Las petroleras internacionales, Repsol, Chevron, Total y Statoil saco a todos los trabajadores extranjeros que laboraban en Venezuela, debido a la crisis política que vive el país.
Los trabajadores de Repsol dejaron el país la semana pasada, permaneciendo un pequeño número de trabajadores nacionales, mientras que Chevron envió a Estados Unidos a los 10 empleados extranjeros que laboraban en el país.
Mientras que Statoil repatrio a su ultimo trabajador días antes de la elección del 30 de julio.
Por su parte, la francesa Total removió a los trabajadores extranjeros y aseguraron en un comunicado que podrán regresar solo si la tensión social y política disminuye.
Esta situación afectaría aún más la producción de crudo de Venezuela, la cual va en picada y es la responsable del 95% de los ingresos del país. Tan solo Repsol obtiene el 10% de su producción de la nación sudamericana, donde tiene una importante participación en el campo Carabobo.