Uno de los paneles más nutridos tanto por su contenido como por las figuras que participaron en él fue el presidido por Graciela Álvarez Hoth, Directora General de NRGI Broker cuya temática se centró en los retos ambientales.
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Dentro de los seis emisores de contaminación, tres pertenecen al Sector energético, situación de antemano preocupante y en la cual México ha prestado ya atención.
Particularmente en el tema de las rondas de exploración y producción en donde se busca incrementar la cantidad de participantes en el sector, implica hasta cierto punto una exposición al riesgo de contaminación por las características propias de la actividad, sin embargo la actuación de la autoridad ha sido destacada al emitir regulaciones para evitar los accidentes y en caso de que ocurran que se reparen oportunamente.
Para lo anterior, la tecnología puede jugar un papel muy importante para la generación sustentable de energía. ¿De qué manera? El Mtro. Leonardo Beltrán Rodríguez lo explicó:
“En la medida que tengamos un modelo que permita incorporar periódicamente tecnología nos va a ser más competitivos y la competencia justo lo que hace es que gane el mejor producto. Por otra parte, la dotación de recursos que tenemos está distribuida en diferentes activos los cuales requieren distinta tecnología para poderla aprovechar; en la media que podamos aprovechar los recursos que permitan minimizar ese riesgo de un impacto ambiental, reducir la huella de carbono y hacerlo de una manera limpia y sustentable podremos contribuir con un entorno más competitivo”.
El tener un marco regulatorio pudiera llegar a ser una carga en lugar de verse como el camino para lograr un medioambiente limpio. Sobre esto, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, Subsecretario de Fomento y Planeación Ambiental indicó lo siguiente:
“Buscamos la manera de cómo regular que las líneas base con las que trabajamos mejoren (…) mencionaba que es importante ponerle costo al costo de producción para que la parte ambiental que es la que más repercusiones tiene cuente más adelante con los recursos para reparar el daño o mitigar sin afectar. Nosotros estamos buscando una regulación sin afectar el desarrollo económico”, aseveró.
En este aspecto la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente ha sido fundamental luego de impulsar un marco regulatorio que incluye 30 instrumentos regulatorios, mismos que tienen el objetivo de mejorar el desempeño de la operación petrolera. Asimismo destaca el modelo de inspección el cual en lugar de acumular sanciones se ha vuelto correctivo.
Por todo lo anterior la ASEA ha alcanzado una madurez. “El reto para 2018 será consolidar, darle un cuarto elemento de certidumbre al mercado y a la sociedad mexicana a través de la certidumbre regulatoria, es decir, que la reglas del juego sean conocidas, confiables, predecibles al largo plazo”, comentó Carlos de Regules Ruíz-Funes, Director General de la Agencia.
Uno de los paneles más nutridos tanto por su contenido como por las figuras que participaron en él fue el presidido por Graciela Álvarez Hoth, Directora General de NRGI Broker cuya temática se centró en los retos ambientales.
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Dentro de los seis emisores de contaminación, tres pertenecen al Sector energético, situación de antemano preocupante y en la cual México ha prestado ya atención.
Particularmente en el tema de las rondas de exploración y producción en donde se busca incrementar la cantidad de participantes en el sector, implica hasta cierto punto una exposición al riesgo de contaminación por las características propias de la actividad, sin embargo la actuación de la autoridad ha sido destacada al emitir regulaciones para evitar los accidentes y en caso de que ocurran que se reparen oportunamente.
Para lo anterior, la tecnología puede jugar un papel muy importante para la generación sustentable de energía. ¿De qué manera? El Mtro. Leonardo Beltrán Rodríguez lo explicó:
“En la medida que tengamos un modelo que permita incorporar periódicamente tecnología nos va a ser más competitivos y la competencia justo lo que hace es que gane el mejor producto. Por otra parte, la dotación de recursos que tenemos está distribuida en diferentes activos los cuales requieren distinta tecnología para poderla aprovechar; en la media que podamos aprovechar los recursos que permitan minimizar ese riesgo de un impacto ambiental, reducir la huella de carbono y hacerlo de una manera limpia y sustentable podremos contribuir con un entorno más competitivo”.
El tener un marco regulatorio pudiera llegar a ser una carga en lugar de verse como el camino para lograr un medioambiente limpio. Sobre esto, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, Subsecretario de Fomento y Planeación Ambiental indicó lo siguiente:
“Buscamos la manera de cómo regular que las líneas base con las que trabajamos mejoren (…) mencionaba que es importante ponerle costo al costo de producción para que la parte ambiental que es la que más repercusiones tiene cuente más adelante con los recursos para reparar el daño o mitigar sin afectar. Nosotros estamos buscando una regulación sin afectar el desarrollo económico”, aseveró.
En este aspecto la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente ha sido fundamental luego de impulsar un marco regulatorio que incluye 30 instrumentos regulatorios, mismos que tienen el objetivo de mejorar el desempeño de la operación petrolera. Asimismo destaca el modelo de inspección el cual en lugar de acumular sanciones se ha vuelto correctivo.
Por todo lo anterior la ASEA ha alcanzado una madurez. “El reto para 2018 será consolidar, darle un cuarto elemento de certidumbre al mercado y a la sociedad mexicana a través de la certidumbre regulatoria, es decir, que la reglas del juego sean conocidas, confiables, predecibles al largo plazo”, comentó Carlos de Regules Ruíz-Funes, Director General de la Agencia.