Las principales empresas petroleras se encuentran preocupadas de que el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador revierta los acuerdos que los Estados Unidos y México han realizado en materia de comercialización de hidrocarburos, de acuerdo a un reporte del New York Times.
Datos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (IEA) muestran que nuestros vecinos tienen una balanza comercial a favor en la venta de hidrocarburos de 15 mil millones de dólares por año.
De acuerdo al reporte, de cancelarse estos acuerdos de compra-venta de hidrocarburos afectarían las utilidades de las refinerías del Golfo de México y forzaría a disminuir el ritmo de la producción en Texas.
La mayoría de las refinerías ubicadas en la costa del Golfo de México están configuradas para producir crudo pesado, el cual proviene en su mayoría de Canadá, Venezuela y México. Con el reciente desplome en la producción en Venezuela y la sombra de un posible embargo petrolero en puerta, las refinerías dependerían casi en su totalidad de crudo canadiense y mexicano.
Roció Nahle, propuesta por López Obrador como secretaria de Energía, ha dicho que se suspenderán el comercio de hidrocarburos y petrolíferos entre ambos países, para centrarse en la construcción de dos refinerías y dejar de depender de los energéticos de otros países.
Adicionalmente Nahle y Alfonso Romo, asesor económico de López Obrador, han dicho en varias ocasiones que las licitaciones de nuevas áreas de exploración y producción en nuestro país serán suspendidas hasta que no se revisen cada uno de los contratos en búsqueda de corrupción, así como determinar el beneficio para el país de otorgar área de extracción a empresas privadas.
Pese a que varios ejecutivos entrevistados por el diario confían en que ningún contrato sea cancelado, si esperan que las licitaciones se frenen por completo durante el sexenio en caso de que López Obrador gane. Situación que beneficiaría a Brasil y Colombia quienes están en búsqueda de empresas privadas que les ayuden a aumentar su producción.
Ali Moshri, ex vicepresidente para América Latina de Chevron, cree que la reforma energética fue positiva para México, debido a que la forma en cómo opera Pemex es “un desastre”.
Con información del New York Times