Por: Gerardo Thomas
Estudiante de Ingeniería Petrolera en el Instituto Politécnico Nacional, interesado en temas de la Industria Energética, Macroeconomía, Geopolítica, Historia de México y el Mundo.
Hoy en día una de las tendencias de la industria de hidrocarburos son los “no convencionales” los cuales son aquellos hidrocarburos que provienen de formaciones geológicas no tradicionales, que no pueden ser explorados, desarrollados y producidos por métodos convencionales utilizando la presión natural del pozo, bombeo y/o compresores.
Dentro de los hidrocarburos no convencionales podemos encontrar el gas metano de carbón, los hidratos de gas, el gas shale, tigh gas, arenas bituminosas, lutitas bituminosas, entre otros, diversos países como Estados Unidos, China y Canadá han apostado a la investigación y desarrollo de tecnologías para la extracción económicamente redituable de estos recursos, siendo el gas shale el que más éxito ha tenido y se ha posicionado como una opción de negocio en la industria petrolera.
El gas shale o gas de lutitas es aquel gas natural que se encuentra atrapado en formaciones de lutitas cabe recordar que las lutitas son formaciones de roca con alta porosidad, pero muy baja permeabilidad puesto que sus poros se encuentran aislados unos de otros.
El método de extracción del gas de lutitas o gas shale es por medio del fracturamiento hidráulico o también conocido como “fracking” el cual es un tipo de estimulación de pozo que consiste en fracturar las formaciones de roca mediante la inyección de un fluido fracturante que es una mezcla de agua, arena, un agente apuntalante y un gelificante a alta presión, generando fracturas a través de las cuales podrá fluir el gas de la formación hacia el pozo.
La llamada “revolución shale” es al auge que ha tenido la explotación del gas shale en los Estados Unidos pasando de representar el 1% del gas natural producido en el año 2000 al 20% en el año 2010, y se espera que llegue a representar hasta el 46% de la producción del gas natural de dicho país para el año 2035, esta revolución se ha extendido a Canadá donde ya representa un 15% de su producción de gas natural, otro de los países que se espera se unan esta revolución es China pues se estima que tiene las reservas económicamente recuperables más grandes de shale gas del mundo, también Arabia Saudí el pasado mes de Marzo anuncio que tiene planes para invertir en la extracción de shale gas.
En el caso de México se estima que podría tener una reserva de shale gas recuperable de hasta 545 trillones de pies cúbicos, reservas ubicadas principalmente en el norte del país y más específicamente en la cuenca de Burgos, México está próximo a unirse a la revolución shale, el gobierno de México presento la ronda 3.3 donde se licitaran 9 bloques de la Cuenca de Burgos se tiene contemplado que el gas almacenado en esa zona es equivalente a 40 años de las importaciones anuales de gas del país, la Secretaría de Energía espera que se realice una inversión de 2,343 millones de dólares siendo esta una gran oportunidad para el desarrollo económico y energético del país.
Por: Gerardo Thomas
Estudiante de Ingeniería Petrolera en el Instituto Politécnico Nacional, interesado en temas de la Industria Energética, Macroeconomía, Geopolítica, Historia de México y el Mundo.
Hoy en día una de las tendencias de la industria de hidrocarburos son los “no convencionales” los cuales son aquellos hidrocarburos que provienen de formaciones geológicas no tradicionales, que no pueden ser explorados, desarrollados y producidos por métodos convencionales utilizando la presión natural del pozo, bombeo y/o compresores.
Dentro de los hidrocarburos no convencionales podemos encontrar el gas metano de carbón, los hidratos de gas, el gas shale, tigh gas, arenas bituminosas, lutitas bituminosas, entre otros, diversos países como Estados Unidos, China y Canadá han apostado a la investigación y desarrollo de tecnologías para la extracción económicamente redituable de estos recursos, siendo el gas shale el que más éxito ha tenido y se ha posicionado como una opción de negocio en la industria petrolera.
El gas shale o gas de lutitas es aquel gas natural que se encuentra atrapado en formaciones de lutitas cabe recordar que las lutitas son formaciones de roca con alta porosidad, pero muy baja permeabilidad puesto que sus poros se encuentran aislados unos de otros.
El método de extracción del gas de lutitas o gas shale es por medio del fracturamiento hidráulico o también conocido como “fracking” el cual es un tipo de estimulación de pozo que consiste en fracturar las formaciones de roca mediante la inyección de un fluido fracturante que es una mezcla de agua, arena, un agente apuntalante y un gelificante a alta presión, generando fracturas a través de las cuales podrá fluir el gas de la formación hacia el pozo.
La llamada “revolución shale” es al auge que ha tenido la explotación del gas shale en los Estados Unidos pasando de representar el 1% del gas natural producido en el año 2000 al 20% en el año 2010, y se espera que llegue a representar hasta el 46% de la producción del gas natural de dicho país para el año 2035, esta revolución se ha extendido a Canadá donde ya representa un 15% de su producción de gas natural, otro de los países que se espera se unan esta revolución es China pues se estima que tiene las reservas económicamente recuperables más grandes de shale gas del mundo, también Arabia Saudí el pasado mes de Marzo anuncio que tiene planes para invertir en la extracción de shale gas.
En el caso de México se estima que podría tener una reserva de shale gas recuperable de hasta 545 trillones de pies cúbicos, reservas ubicadas principalmente en el norte del país y más específicamente en la cuenca de Burgos, México está próximo a unirse a la revolución shale, el gobierno de México presento la ronda 3.3 donde se licitaran 9 bloques de la Cuenca de Burgos se tiene contemplado que el gas almacenado en esa zona es equivalente a 40 años de las importaciones anuales de gas del país, la Secretaría de Energía espera que se realice una inversión de 2,343 millones de dólares siendo esta una gran oportunidad para el desarrollo económico y energético del país.