La petrolera española Repsol ha presentado hoy una actualización de su Plan Estratégico para el período 2018-2020, que está orientada al crecimiento y a la creación de valor en cualquier escenario. La estrategia se ha elaborado tomando como referencia un precio de 50 dólares por barril de Brent durante todo el período. La actualización se produce después de que en los dos primeros años del plan 2016-2020 la compañía demostrase su resiliencia al alcanzar todos los objetivos previstos a pesar del contexto de bajos precios del petróleo y del gas.
La estrategia presentada hoy se basa en tres pilares: remuneración creciente para el accionista, crecimiento rentable de los negocios (Upstream y Downstream) y avance en la transición energética a través de nuevas iniciativas.
La compañía cuenta con dos motores de crecimiento para aumentar el valor y remunerar a los accionistas, sus negocios de Upstream y Downstream, que aportarán una fuerte generación de caja en el horizonte del Plan Estratégico. El primero se orientará a un mayor retorno y una mejora de la cartera de activos, mientras que el segundo consolidará el excelente desempeño demostrado en los últimos años y creará nuevas palancas de crecimiento y de generación de valor.
El Plan Estratégico actualizado, basado en el reconocido éxito de Repsol en la gestión y obtención de valor, fija metas aún más ambiciosas que el anterior y permitirá aprovechar las oportunidades de crecimiento de los próximos dos años y medio en un contexto marcado por la volatilidad de la cotización del petróleo a medio plazo, así como una previsible bonanza en los negocios de Refino y Química de Repsol.
Una de las claves del Plan Estratégico es seguir aumentando la retribución al accionista, en concreto una media anualizada del 8%, hasta 0,95 euros por acción en 2019 y un euro en 2020, mediante la fórmula de scrip dividend, junto con un programa de recompra de títulos que, con su amortización, evitará la dilución de quienes opten por cobrar en efectivo, lo que elevará el beneficio por acción.
En la actualidad, la rentabilidad por dividendo de Repsol ya se sitúa entre las más altas del Ibex-35 y de las principales compañías del sector. Con el aumento del dividendo, Repsol liderará su sector en crecimiento de la remuneración a los accionistas en los próximos tres años de vigencia del Plan Estratégico.
Repsol cumplirá con todas sus métricas financieras tomando como referencia un precio del crudo conservador, a 50 dólares por barril de Brent. Si se produce de manera continuada un escenario de precios medios más altos, la compañía acelerará los proyectos de crecimiento que ya figuran en su portafolio.
Las inversiones previstas para el período serán de 15 mil millones de euros, repartidas un 53% en el negocio de Upstream (Exploración y Producción) y un 45% en Downstream (Refinación, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP y Gas & Power) y en activos de bajas emisiones.
De estos 15 mil millones de euros de inversión, un total de 4 mil millones se destinarán a nuevas iniciativas, especialmente en el área de Downstream, tanto para la expansión de los negocios de petroquímica, estaciones de servicio, lubricantes y trading (1 mil 500 millones), como para proyectos de bajas emisiones de CO2 (2 mil 500 millones).
En este contexto, Repsol se ha fijado una hoja de ruta para la transición energética en la que contempla objetivos ambiciosos en cuanto a su participación en el mercado basado en el desarrollo del gas y la generación baja en emisiones.