Por: Víctor Antuna Herrera
Noruega, país donde germinó una de las semillas que hoy conocemos como Exploración y Explotación de la Industria Petrolera. El primer campo comercialmente viable no comenzó a producir hasta 1971, en realidad ni las autoridades del país pensaron en encontrar hidrocarburos en el subsuelo marino como quedó reflejado en un informe publicado en 1958 por el Departamento de Geología de Noruega, según el cual “la posibilidad de encontrar carbón, petróleo y azufre en la plataforma continental noruega debía ser desechada” (Lerᴓen, 2002). Huelga decir que, el descubrimiento de gas natural en las costas de Holanda estimuló la exploración en el resto del Mar del Norte.
Así es como en la actualidad un poco más de 77 campos se encuentran en producción, de los cuales los más importantes son Ekofisk, Statfjord, Gullfaks, Troll y Oseberg. Todo el esfuerzo que ha llevado la ingeniería mundial, tanto en el Mar del Norte como en campos productores en el Norte del Golfo de México por parte de Estados Unidos de América y en el Golfo de México por parte de Petróleos Mexicanos, son necesarios y significativos en el avance de la extracción del ya tan conocido oro negro.
La aceleración de producción y extracción de hidrocarburos, hoy en día se ha limitado por ámbitos financieros que llevan en la logística a visualizar mejores planes de producción. La tecnología, se esparcía desde 1980 como un polvo difuminado en artículos computacionales donde aterrizaba en las mentes de ávidos lectores por conocer más sobre la importancia de la aplicación digital en lo ingenieril. Con base en la implementación de modelos matemáticos computacionales que logran una mejor interacción máquina-hombre hoy en día se resuelven mediante estrategias planificadas digitalmente.
Aunque se observe una reducción de perforación en nuevos pozos esto no quiere decir que la exploración se encuentre estancada en un pantano espeso. Más bien, en la exploración nos encontramos todos analizando nuevas oportunidades. Es por eso que la delicada selección de tecnologías y servicios debe ser esencial para alcanzar el éxito en el largo plazo de cada proyecto y mejorar la eficiencia operativa. El perfeccionamiento continuo de las técnicas utilizadas generará mejoras económicas nacionales y globales.
Porque el paisaje está cambiando, innovemos con dedicación.
Antuna H. V.