La política energética del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sacudido a los tenedores de bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex), los cuales ven con preocupación el futuro de la empresa productiva del estado.
Las principales agencias calificadoras han visto con preocupación en las últimas semanas la política energética de la nueva administración, la cual, se ha propuesto construir una nueva refinería, disminuir la exportación de petróleo, reducir los sueldos y provocar una fuga de talento en la empresa y cancelar las licitaciones de áreas de exploración y producción.
Estas acciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, están encaminadas al fortalecimiento de Pemex, sin embargo, están producción el efecto contrario, por lo menos entre los inversionistas.
La empresa productiva del estado tiene el nivel más alto entre las petroleras de Latinoamérica y tiene el riesgo latente de perder su grado de inversión debido a las acciones del nuevo gobierno.
Si Pemex pierde su grado de inversión, los tenedores de bonos, podrían verse obligados a vender sus papeles, lo que podría generar dificultades para que la empresa obtenga nuevos recursos para financiar sus operaciones.
Actualmente el gobierno enfrenta una crisis con los tenedores de bonos del recién cancelado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La política energética del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sacudido a los tenedores de bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex), los cuales ven con preocupación el futuro de la empresa productiva del estado.
Las principales agencias calificadoras han visto con preocupación en las últimas semanas la política energética de la nueva administración, la cual, se ha propuesto construir una nueva refinería, disminuir la exportación de petróleo, reducir los sueldos y provocar una fuga de talento en la empresa y cancelar las licitaciones de áreas de exploración y producción.
Estas acciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, están encaminadas al fortalecimiento de Pemex, sin embargo, están producción el efecto contrario, por lo menos entre los inversionistas.
La empresa productiva del estado tiene el nivel más alto entre las petroleras de Latinoamérica y tiene el riesgo latente de perder su grado de inversión debido a las acciones del nuevo gobierno.
Si Pemex pierde su grado de inversión, los tenedores de bonos, podrían verse obligados a vender sus papeles, lo que podría generar dificultades para que la empresa obtenga nuevos recursos para financiar sus operaciones.
Actualmente el gobierno enfrenta una crisis con los tenedores de bonos del recién cancelado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.