La Comisión Reguladora de Energía (CRE) enfrenta problemas debido a la falta de presupuesto, menor personal y la salida de tres comisionados.
El organismo regulador es el encargado de fomentar el desarrollo eficiente de la industria, promover la competencia en el sector, proteger los intereses de los usuarios, propiciar una adecuada cobertura nacional y atender la confiabilidad, estabilidad y seguridad en el suministro y la prestación de los servicios.
El presupuesto de egresos 2019 le recortó al órgano regulador el 28% de su recursos en relación a 2018, lo que significó la recisión de aproximadamente 350 trabajadores de confianza, el 60% del personal de la institución.
A este problema se suma las renuncias de los comisionados Neus Peniche, Marcelino Madrigal y Montserrat Ramiro y la salida por término de su periodo de Jesús Serrano.
Peniche Sala renuncio para incorporarse a la Secretaría de Energía, Madrigal Martínez abandonó a la CRE por asuntos personales y la salida de Ramiro Ximénez aún no está muy clara.
De esta manera el órgano de gobierno de la CRE está en manos de tres de los sietes comisionados que debería de tener, lo que provocaría una parálisis en el organismo, ya que necesita por lo menos cuatro comisionados para sesionar de acuerdo al artículo 10 párrafo tercero de la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) enfrenta problemas debido a la falta de presupuesto, menor personal y la salida de tres comisionados.
El organismo regulador es el encargado de fomentar el desarrollo eficiente de la industria, promover la competencia en el sector, proteger los intereses de los usuarios, propiciar una adecuada cobertura nacional y atender la confiabilidad, estabilidad y seguridad en el suministro y la prestación de los servicios.
El presupuesto de egresos 2019 le recortó al órgano regulador el 28% de su recursos en relación a 2018, lo que significó la recisión de aproximadamente 350 trabajadores de confianza, el 60% del personal de la institución.
A este problema se suma las renuncias de los comisionados Neus Peniche, Marcelino Madrigal y Montserrat Ramiro y la salida por término de su periodo de Jesús Serrano.
Peniche Sala renuncio para incorporarse a la Secretaría de Energía, Madrigal Martínez abandonó a la CRE por asuntos personales y la salida de Ramiro Ximénez aún no está muy clara.
De esta manera el órgano de gobierno de la CRE está en manos de tres de los sietes comisionados que debería de tener, lo que provocaría una parálisis en el organismo, ya que necesita por lo menos cuatro comisionados para sesionar de acuerdo al artículo 10 párrafo tercero de la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética.