Las sanciones que el gobierno de Donald Trump impuso a la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, supondrán un duro golpe para el flujo de efectivo de la administración del presidente Nicolás Maduro, pero los efectos no serán tan severos como espera Estados Unidos, según Rystad Energy.
“Los funcionarios de la administración dijeron que las sanciones darían como resultado más de 11 mil millones en pérdidas por exportaciones para Venezuela durante el próximo año, pero creo que esta cifra será sustancialmente menor”, dijo la analista de Rystad Energy, Paola Rodríguez.
La empresa de consultoría asegura que el petróleo que se envía a los Estados Unidos se desviará a otros países a un precio más bajo.
Pocos países tienen una capacidad de refinación que pueda manejar la calidad del crudo pesado que sale de Venezuela, por ello muchas refinerías en el Golfo de México compran crudo pesado para mezclarlo con el liviano que viene de la cuenca de Permian.
“Las sanciones afectarán los márgenes de la refinería en los Estados Unidos. Ahora tendrán que importar crudo pesado desde Medio Oriente con una prima. Las refinerías estadounidenses estarán entre los mayores perdedores, como hemos señalado anteriormente”, dijo Rodríguez.