Contar con diversificación en combustibles
vehiculares, contribuiría a evitar la paralización de las actividades económicas, debido a la escasez de gasolina en las estaciones de servicio, afirma la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).
En el marco de la contingencia que se vive en algunas entidades del país, derivado de la estrategia temporal en el abastecimiento de gasolina y diésel, la conversión a Gas Natural Vehicular (GNV) de unidades de transporte público (taxis, microbuses y autobuses de
pasajeros), y flotillas de empresas de reparto y carga, permitiría continuar con las
actividades diarias de empresas y ciudadanos.
Para ello, el país cuenta con más de 50 mil
kilómetros de redes de distribución para llevar gas natural a hogares, comercios, industria y, por supuesto, a estaciones de servicio para el suministro de GNV a vehículos.
El GNV es hasta 50% más barato en comparación con la gasolina o el diésel, por lo que el ahorro directo al bolsillo de los consumidores es significativo e inmediato.
Además, es el combustible fósil más limpio, debido a que, durante su combustión, no se emiten partículas contaminantes al medio ambiente, lo que beneficia a la salud de los mexicanos.
Otra ventaja es que al ser más ligero que el aire, se dispersa rápidamente, lo que lo hace
altamente seguro. Asimismo, debido a su composición física, el almacenamiento del GNV en las estaciones de servicio no presenta riesgo de derrames o contaminación del subsuelo o mantos freáticos.
En México ya se cuenta con unidades de transporte que funcionan de origen con gas natural y adicionalmente existen talleres especializados para la conversión de vehículos a gas natural, cuyo costo es recuperable en el corto plazo, gracias a los ahorros en el precio del combustible.
Hoy México tiene la fortuna de estar situado en la zona del mundo con los precios de gas natural más bajos, situación que debe aprovechar en beneficio de su economía.
Por ello, invitamos a los gobiernos federal, estatales y municipales, a impulsar su uso para evitar la dependencia mayoritaria de la gasolina y el diésel, siguiendo la tendencia de los principales países desarrollados al apostar por el GNV para mejorar la calidad del aire de las ciudades y disminuir los niveles de contaminación.
Contar con diversificación en combustibles
vehiculares, contribuiría a evitar la paralización de las actividades económicas, debido a la escasez de gasolina en las estaciones de servicio, afirma la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).
En el marco de la contingencia que se vive en algunas entidades del país, derivado de la estrategia temporal en el abastecimiento de gasolina y diésel, la conversión a Gas Natural Vehicular (GNV) de unidades de transporte público (taxis, microbuses y autobuses de
pasajeros), y flotillas de empresas de reparto y carga, permitiría continuar con las
actividades diarias de empresas y ciudadanos.
Para ello, el país cuenta con más de 50 mil
kilómetros de redes de distribución para llevar gas natural a hogares, comercios, industria y, por supuesto, a estaciones de servicio para el suministro de GNV a vehículos.
El GNV es hasta 50% más barato en comparación con la gasolina o el diésel, por lo que el ahorro directo al bolsillo de los consumidores es significativo e inmediato.
Además, es el combustible fósil más limpio, debido a que, durante su combustión, no se emiten partículas contaminantes al medio ambiente, lo que beneficia a la salud de los mexicanos.
Otra ventaja es que al ser más ligero que el aire, se dispersa rápidamente, lo que lo hace
altamente seguro. Asimismo, debido a su composición física, el almacenamiento del GNV en las estaciones de servicio no presenta riesgo de derrames o contaminación del subsuelo o mantos freáticos.
En México ya se cuenta con unidades de transporte que funcionan de origen con gas natural y adicionalmente existen talleres especializados para la conversión de vehículos a gas natural, cuyo costo es recuperable en el corto plazo, gracias a los ahorros en el precio del combustible.
Hoy México tiene la fortuna de estar situado en la zona del mundo con los precios de gas natural más bajos, situación que debe aprovechar en beneficio de su economía.
Por ello, invitamos a los gobiernos federal, estatales y municipales, a impulsar su uso para evitar la dependencia mayoritaria de la gasolina y el diésel, siguiendo la tendencia de los principales países desarrollados al apostar por el GNV para mejorar la calidad del aire de las ciudades y disminuir los niveles de contaminación.