Por: Armando Flores
Son muchos los retos que encara el sector energético en los próximos años, particularmente la transición política y en muchas reglas de la Reforma Energética que no han sido puestas a prueba, pero la recomendación de los especialistas es buscar entender las nuevas ideas para poder hacer realidad los proyectos de largo plazo.
Esa fue la recomendación de los participantes en el panel Riesgos y seguridad en los proyectos de Oil & Gas presentado por: Voces de Energía, durante el primer día del Encuentro Internacional de Energía México 2018 (EIEM 2018), organizado por Oil & Gas Magazine.
Apenas a tres horas de haber iniciado el encuentro, era notoria la preocupación de muchos actores participantes sobre la cercanía del cambio de gobierno y las dudas que desataba la gestión del presidente electo y su partido Morena, ya empoderado en el Congreso.
Angélica Ruiz, Country Head México de BP, hizo valer su experiencia para tratar de retomar la calma.
Resaltó sin dudar que uno de los principales riesgos para el sector es la transición política que está viviendo el país, pero llamó a comprender que la industria energética debe buscar construir nuevos puentes y entender los pensamientos nuevos, para poder continuar con sus proyectos que son de gran aliento.
“Este negocio es de largo plazo y BP tiene esa visión; son proyectos de 30, 35 años, que trascienden cualquier política pública y tiempos sexenales”, remarcó.
Además, con la reforma, venir a México resulta rentable desde el punto de vista económico. Con las nuevas condiciones legales, contractuales y fiscales, México está compitiendo contra Brasil, Argentina, y las inversiones están aterrizando, independientemente del contexto político, dijo. “La reforma ha sido un éxito”.
Sobre este mismo tema, Jesús Rodríguez Dávalos, socio director de Rodríguez Dávalos Abogados, recordó que por sus características, este tipo de proyectos necesitan certeza jurídica para poderlos desarrollar y financiarlos.
“Será muy importante ver cómo piensa la nueva administración, hacia dónde quiere llevar ahora a Pemex y CFE, pero creo que el marco jurídico que ya tenemos servirá para que la industria, junto con los privados, se siga desarrollando. Pero recordemos siempre la necesidad de la certeza jurídica”, externó.
“Si mañana quieren cambiar las reglas ‘fine’, pero no lo puedes hacer cuando tienes un proyecto que ya está construido, financiado. Ya sabremos los inversionistas si le entramos con nuevas reglas, pero lo que construiste, se debe mantener”, opinó.
Herbert Bettinger, director general de Bettinger Asesores, fiel a su hábito y especialidad, despertó la atención de los asistentes sobre los riesgos que conlleva no acatar las reglas fiscales que exige el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a las empresas energéticas tras la reforma.
Recordó que el gobierno saliente del presidente Enrique Peña Nieto debió revisar los contratos y varias situaciones legales de las rondas petroleras, pero quedó pendiente. “Debemos estar listos porque el gobierno entrante sí lo va hacer, pues incluso así lo ha prometido. Estamos ante un nuevo escenario radical que implica un cambio de política pública”.
Para ello recomendó cuidar mucho toda la papelería y contratos celebrados en cada proyecto, y presentarlos de acuerdo a las reglas mexicanas. “El nuevo Gobierno viene por la forma, no por el fondo; es decir, como está escrita, no lo que quiso decir. Va a importar, no lo que hayan invertido, sino (que se haya cumplido) lo que se haya redactado”.
Aclaró que los riesgos en materia fiscal para los proyectos petroleros en manos de privados no son producto de la nueva administración, sino que son naturales a la Reforma Energética. “Cuando se arrancó este proceso no se pensó en la parte fiscal y ahora debemos enfrentar las consecuencias, aunque hubo gran apertura de las autoridades competentes”.
Y añadió: “Esperamos tener más certeza de las autoridades nuevas, pues es una necesidad del país, pero tenemos grandes problemas: ¿qué vamos hacer con los costos, cómo los vamos a documentar? No los tenemos; hay un caos de las leyes que regulan lo energético, la de hidrocarburos y la Ley de Ingresos de Hidrocarburos, la del ISR: ¿qué va a pasar con esos costos, con las depreciaciones, amortizaciones?”
Es claro, aseguró, “que muchos de ustedes no lo han pensado, porque todavía no están en esa etapa (de ganancias), pero hay que irse adelantando. La misma situación con el IVA, mientras el SAT pide que se trabaje este impuesto de manera mensual en el sector, hasta ahora hay una regla para hacerlo anual, pero que puede desaparecer”.
“Hasta ahora, hemos subsistido. Nos hemos acercado y hemos obtenido reglas que nos ayudan, pero todavía no hay certeza a futuro, estamos en circulares misceláneas, que hoy existen y mañana desaparecen”, advirtió.
David Zárate, director general de GPPA, le tocó compartir los riesgos de gestión política y ambiental que pueden enfrentar los proyectos energéticos.
Destacó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá la oportunidad de demostrar que con el sector energético se puede detonar el desarrollo regional, para alinear el desarrollo urbano y ambiental al largo plazo.
Zárate advirtió que los nuevos instrumentos y reglas para el cuidado del medio ambiente son todavía muy recientes, lo cual puede traer complicaciones. “Este tipo de herramientas, como las Líneas Bases Ambientales, deben deslindar efectivamente de la responsabilidad que haya dejado Pemex por pasivos ambientales”.
También destacó como un nuevo riesgo la participación social para la toma de decisiones de estos proyectos. “En los últimos 10 años, el sector social, tal vez genuinamente o a veces con intereses particulares poco genuinos, se lanza a debatir sobre la factibilidad de las inversiones. Hoy cuestiona, sanciona y hasta arriesga inversiones, lo cual obliga al sector privado que invierte a poner un poco más de cuidado para disminuir estos riesgos”.
Rodríguez Dávalos recomendó seguir desarrollando la regulación para manejar el impacto social de la actividad energética y mejorar la relación de la Sener con las entidades federativas y con las comunidades involucradas para que los proyectos se sigan dando. “Hay ductos por terminar y hay nuevas obras por venir”. Para concluir, Graciela Álvarez, directora general de NRGI Broker, consideró que el riesgo más grande que se puede enfrentar con la transición, es que las rondas petroleras se suspendan. “Por ello, es muy importante que los empresarios del sector protejan sus inversiones, y también los riesgos. Pese a que se busca que no haya siniestros, los hay”.
Por: Armando Flores
Son muchos los retos que encara el sector energético en los próximos años, particularmente la transición política y en muchas reglas de la Reforma Energética que no han sido puestas a prueba, pero la recomendación de los especialistas es buscar entender las nuevas ideas para poder hacer realidad los proyectos de largo plazo.
Esa fue la recomendación de los participantes en el panel Riesgos y seguridad en los proyectos de Oil & Gas presentado por: Voces de Energía, durante el primer día del Encuentro Internacional de Energía México 2018 (EIEM 2018), organizado por Oil & Gas Magazine.
Apenas a tres horas de haber iniciado el encuentro, era notoria la preocupación de muchos actores participantes sobre la cercanía del cambio de gobierno y las dudas que desataba la gestión del presidente electo y su partido Morena, ya empoderado en el Congreso.
Angélica Ruiz, Country Head México de BP, hizo valer su experiencia para tratar de retomar la calma.
Resaltó sin dudar que uno de los principales riesgos para el sector es la transición política que está viviendo el país, pero llamó a comprender que la industria energética debe buscar construir nuevos puentes y entender los pensamientos nuevos, para poder continuar con sus proyectos que son de gran aliento.
“Este negocio es de largo plazo y BP tiene esa visión; son proyectos de 30, 35 años, que trascienden cualquier política pública y tiempos sexenales”, remarcó.
Además, con la reforma, venir a México resulta rentable desde el punto de vista económico. Con las nuevas condiciones legales, contractuales y fiscales, México está compitiendo contra Brasil, Argentina, y las inversiones están aterrizando, independientemente del contexto político, dijo. “La reforma ha sido un éxito”.
Sobre este mismo tema, Jesús Rodríguez Dávalos, socio director de Rodríguez Dávalos Abogados, recordó que por sus características, este tipo de proyectos necesitan certeza jurídica para poderlos desarrollar y financiarlos.
“Será muy importante ver cómo piensa la nueva administración, hacia dónde quiere llevar ahora a Pemex y CFE, pero creo que el marco jurídico que ya tenemos servirá para que la industria, junto con los privados, se siga desarrollando. Pero recordemos siempre la necesidad de la certeza jurídica”, externó.
“Si mañana quieren cambiar las reglas ‘fine’, pero no lo puedes hacer cuando tienes un proyecto que ya está construido, financiado. Ya sabremos los inversionistas si le entramos con nuevas reglas, pero lo que construiste, se debe mantener”, opinó.
Herbert Bettinger, director general de Bettinger Asesores, fiel a su hábito y especialidad, despertó la atención de los asistentes sobre los riesgos que conlleva no acatar las reglas fiscales que exige el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a las empresas energéticas tras la reforma.
Recordó que el gobierno saliente del presidente Enrique Peña Nieto debió revisar los contratos y varias situaciones legales de las rondas petroleras, pero quedó pendiente. “Debemos estar listos porque el gobierno entrante sí lo va hacer, pues incluso así lo ha prometido. Estamos ante un nuevo escenario radical que implica un cambio de política pública”.
Para ello recomendó cuidar mucho toda la papelería y contratos celebrados en cada proyecto, y presentarlos de acuerdo a las reglas mexicanas. “El nuevo Gobierno viene por la forma, no por el fondo; es decir, como está escrita, no lo que quiso decir. Va a importar, no lo que hayan invertido, sino (que se haya cumplido) lo que se haya redactado”.
Aclaró que los riesgos en materia fiscal para los proyectos petroleros en manos de privados no son producto de la nueva administración, sino que son naturales a la Reforma Energética. “Cuando se arrancó este proceso no se pensó en la parte fiscal y ahora debemos enfrentar las consecuencias, aunque hubo gran apertura de las autoridades competentes”.
Y añadió: “Esperamos tener más certeza de las autoridades nuevas, pues es una necesidad del país, pero tenemos grandes problemas: ¿qué vamos hacer con los costos, cómo los vamos a documentar? No los tenemos; hay un caos de las leyes que regulan lo energético, la de hidrocarburos y la Ley de Ingresos de Hidrocarburos, la del ISR: ¿qué va a pasar con esos costos, con las depreciaciones, amortizaciones?”
Es claro, aseguró, “que muchos de ustedes no lo han pensado, porque todavía no están en esa etapa (de ganancias), pero hay que irse adelantando. La misma situación con el IVA, mientras el SAT pide que se trabaje este impuesto de manera mensual en el sector, hasta ahora hay una regla para hacerlo anual, pero que puede desaparecer”.
“Hasta ahora, hemos subsistido. Nos hemos acercado y hemos obtenido reglas que nos ayudan, pero todavía no hay certeza a futuro, estamos en circulares misceláneas, que hoy existen y mañana desaparecen”, advirtió.
David Zárate, director general de GPPA, le tocó compartir los riesgos de gestión política y ambiental que pueden enfrentar los proyectos energéticos.
Destacó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá la oportunidad de demostrar que con el sector energético se puede detonar el desarrollo regional, para alinear el desarrollo urbano y ambiental al largo plazo.
Zárate advirtió que los nuevos instrumentos y reglas para el cuidado del medio ambiente son todavía muy recientes, lo cual puede traer complicaciones. “Este tipo de herramientas, como las Líneas Bases Ambientales, deben deslindar efectivamente de la responsabilidad que haya dejado Pemex por pasivos ambientales”.
También destacó como un nuevo riesgo la participación social para la toma de decisiones de estos proyectos. “En los últimos 10 años, el sector social, tal vez genuinamente o a veces con intereses particulares poco genuinos, se lanza a debatir sobre la factibilidad de las inversiones. Hoy cuestiona, sanciona y hasta arriesga inversiones, lo cual obliga al sector privado que invierte a poner un poco más de cuidado para disminuir estos riesgos”.
Rodríguez Dávalos recomendó seguir desarrollando la regulación para manejar el impacto social de la actividad energética y mejorar la relación de la Sener con las entidades federativas y con las comunidades involucradas para que los proyectos se sigan dando. “Hay ductos por terminar y hay nuevas obras por venir”. Para concluir, Graciela Álvarez, directora general de NRGI Broker, consideró que el riesgo más grande que se puede enfrentar con la transición, es que las rondas petroleras se suspendan. “Por ello, es muy importante que los empresarios del sector protejan sus inversiones, y también los riesgos. Pese a que se busca que no haya siniestros, los hay”.