La calificadora de riesgos Standard & Poor´s redujo la perspectiva de calificación de México de estable a negativa, argumentando menor perspectiva de crecimiento.
La reducción se debe a que el gobierno busca reducir la participación de empresas privadas en el sector energético, la cancelación de proyectos que han provocado la caída de inversión y la política de apoyo a Petróleos Mexicanos.
En opinión de S&P, la empresa productiva del estado continúa soportando una importante carga fiscal y la nueva estrategia para el sector provoca que Pemex tenga una carga adicional.
La calificación soberana del país la mantuvo en ‘BBB+’, aunque indicó que hay un tercio de probabilidades de una rebaja en un plazo de hasta 18 meses.
Esta situación podría afectar las perspectivas de crecimiento de la económica mexicana, explicó la calificadora.