Arabia Saudita apuesta a hundir los precios del petróleo para sofocar a los productores rusos y norteamericanos, pero al mismo tiempo es una batalla contra sus finanzas públicas en un momento de gran incertidumbre por el avance del COVID-19 en mundo.
El país tiene un estimado de cerca de 500 mil millones de dólares en reservas, pero con la caída de los precios del petróleo y su decisión de aislar la tierra santa del islam, que recibe millones de musulmanes cada año en peregrinación el Gobierno ya ha empezado a aplicar recortes.
La semana pasada, el reino, ordenó un reducción del gasto en 5%, el equivalente a 13 mil millones de dólares para amortiguar el impacto de la caída en los precios del petróleo.
El jueves el banco central, anunció la venta de un paquete de ayuda por 13 mil 300 millones de dólares para el sector privado.
El miércoles, las autoridades financieras acordaron medidas de ayuda por 32 mil millones de dólares para las pequeñas y medianas empresas.
Arabia Saudita apuesta a hundir los precios del petróleo para sofocar a los productores rusos y norteamericanos, pero al mismo tiempo es una batalla contra sus finanzas públicas en un momento de gran incertidumbre por el avance del COVID-19 en mundo.
El país tiene un estimado de cerca de 500 mil millones de dólares en reservas, pero con la caída de los precios del petróleo y su decisión de aislar la tierra santa del islam, que recibe millones de musulmanes cada año en peregrinación el Gobierno ya ha empezado a aplicar recortes.
La semana pasada, el reino, ordenó un reducción del gasto en 5%, el equivalente a 13 mil millones de dólares para amortiguar el impacto de la caída en los precios del petróleo.
El jueves el banco central, anunció la venta de un paquete de ayuda por 13 mil 300 millones de dólares para el sector privado.
El miércoles, las autoridades financieras acordaron medidas de ayuda por 32 mil millones de dólares para las pequeñas y medianas empresas.