El mayor acuerdo petrolero del mundo se mantiene en vilo debido a que México se rehúsa a recortar en 400 mil barriles diarios su producción.
El acuerdo alcanzado el jueves por la OPEP+ supone un compromiso para mantener limitados los suministros durante dos años, con un plan escalonado: la reducción de 10 millones de barriles en mayo y junio próximos, bajaría a 8 millones de barriles diarios entre julio y diciembre, y a 6 millones de barriles diarios entre enero de 2021 y abril de 2022.
Sin embargo, la entrada en vigor del pacto quedó anoche condicionada a la participación de México, que hoy se sumó a la iniciativa pero con un recorte lejano de los 400 mil barriles que se le pedía, una discrepancia que planeó el viernes sobre la reunión del G20.
Ayer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negoció con Donald Trump que nuestro país recorte únicamente 100 mil barriles diarios y que Estados Unidos ayudaría a absorber la parte restante.
Sin embargo, los Estados Unidos no pueden recortar producción debido a las extrictas leyes antimonopolio.
Fuentes al interior de la OPEP, señalan que los presidentes de los Estados Unidos y Rusia se encuentran convenciendo a Arabia Saudita de que acepte la contrapropuesta mexicana.
Arabia Saudita se rechaza la propuesta argumentando que los 22 de los 23 países que asistieron a la reunión se comprometieron a recortar en 23% su producción y que hacer una excepción pondría en riesgo el cumplimiento del acuerdo.
El mayor acuerdo petrolero del mundo se mantiene en vilo debido a que México se rehúsa a recortar en 400 mil barriles diarios su producción.
El acuerdo alcanzado el jueves por la OPEP+ supone un compromiso para mantener limitados los suministros durante dos años, con un plan escalonado: la reducción de 10 millones de barriles en mayo y junio próximos, bajaría a 8 millones de barriles diarios entre julio y diciembre, y a 6 millones de barriles diarios entre enero de 2021 y abril de 2022.
Sin embargo, la entrada en vigor del pacto quedó anoche condicionada a la participación de México, que hoy se sumó a la iniciativa pero con un recorte lejano de los 400 mil barriles que se le pedía, una discrepancia que planeó el viernes sobre la reunión del G20.
Ayer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negoció con Donald Trump que nuestro país recorte únicamente 100 mil barriles diarios y que Estados Unidos ayudaría a absorber la parte restante.
Sin embargo, los Estados Unidos no pueden recortar producción debido a las extrictas leyes antimonopolio.
Fuentes al interior de la OPEP, señalan que los presidentes de los Estados Unidos y Rusia se encuentran convenciendo a Arabia Saudita de que acepte la contrapropuesta mexicana.
Arabia Saudita se rechaza la propuesta argumentando que los 22 de los 23 países que asistieron a la reunión se comprometieron a recortar en 23% su producción y que hacer una excepción pondría en riesgo el cumplimiento del acuerdo.