La petrolera portuguesa Galp, anunció el cierre de la refinería de Sines, la más grande del país, a partir del 4 de mayo y hasta el 4 de junio por la caída en la demanda de combustibles y la falta de almacenamiento.
El cierre de la refinería de Sines, se sumará a la ya aplicada al complejo industrial de Matosinhos (norte) hace diez días debido a la pandemia de COVID-19, que ha obligado a Galp a ajustar su sistema de refinación.
En una primera fase decidió suspender la actividad en Matosinhos, pero la prórroga del estado de emergencia vigente en Portugal desde el 19 de marzo y que fue renovado la semana pasada hasta al menos el 2 de mayo, agudizó las limitaciones de las refinerías.
La capacidad de almacenamiento de las refinerías de Galp está alcanzando rápidamente su límite, lo que ha derivado en la necesidad de parar también la actividad en Sines, donde no está previsto aplicar ningún proceso de suspensión de contrato a los empleados mientras dure la suspensión de actividades.
La petrolera portuguesa Galp, anunció el cierre de la refinería de Sines, la más grande del país, a partir del 4 de mayo y hasta el 4 de junio por la caída en la demanda de combustibles y la falta de almacenamiento.
El cierre de la refinería de Sines, se sumará a la ya aplicada al complejo industrial de Matosinhos (norte) hace diez días debido a la pandemia de COVID-19, que ha obligado a Galp a ajustar su sistema de refinación.
En una primera fase decidió suspender la actividad en Matosinhos, pero la prórroga del estado de emergencia vigente en Portugal desde el 19 de marzo y que fue renovado la semana pasada hasta al menos el 2 de mayo, agudizó las limitaciones de las refinerías.
La capacidad de almacenamiento de las refinerías de Galp está alcanzando rápidamente su límite, lo que ha derivado en la necesidad de parar también la actividad en Sines, donde no está previsto aplicar ningún proceso de suspensión de contrato a los empleados mientras dure la suspensión de actividades.