Pese a los intentos del gobierno federal de hacer creer que el “Acuerdo para garantizar la Eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad y Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional” es parte de la lucha contra la corrupción en el sector, la verdadera razón se encuentra en otro lado.
La Secretaría de Energía (SENER) a querido argumentar que las medidas de confinamiento por COVID-19 han puesto en riesgo la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y que para evitar problemas con la puesta en marcha de nuevos proyectos generadores de energía decidio pararlos.
Sin embargo, la explicación a la publicación del acuerdo hace una semana se encuentra en la decisión del actual gobierno de incrementar el ritmo de procesamiento de crudo en las seis refinerías que integran el Sistema Nacional de Refinación (SNR).
El incrementar el procesamiento de crudo en las obsoletas refinerías mexicanas provoca que se produzcan grandes cantidades de combustóleo, me explicaba el Ingeniero Fermín Narvaez, es gerente de la Refinería de Cadereyta.
A medida que se incrementa la producción de gasolinas en las seis refinerías del SNR se aumenta la cantidad de combustóleo disponible en el país.
El combustóleo es un carburante que se emplea fundamentalmente en la transportación marítima y que contiene altas proporciones de azufre, es decir, un combustible altamente contaminante.
Por ello, la Organización Marítima Internacional acordó establecer, a partir del primer día de este año, una regulación mucho más estricta para las emisiones de azufre generadas por los barcos que circulan por los océanos.
Esto significa que el combustóleo producido en las refinerías de Pemex ya no tiene mercado debido al alto contenido de azufre y la unica opción disponible para ser utilizado son las viejas plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero, para poder utilizar todo el combustóleo que produce Pemex, en las plantas generados de la CFE es necesario sacar del mercado a todos los generadores de energía limpia del país.
De esta forma el gobierno federal incrementa la producción de gasolinas en Pemex sin perder tanto dinero, pero nos condena a nosotros los consumidores a comprar energía cara con importante daño a la ecología del país.