El sector petrolero offshore enfrenta además de precios bajos, el riesgo de COVID-19 entre sus trabajadores y ahora se suma la llegada de la temporada de huracanes.
En los próximos días inicia la temporada de huracanes en el Golfo de México, en la cual se espera la llegada de entre 13 y 19 tormentas de acuerdo con información de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos.
Este nuevo riesgo se suma a una lista de problemas que enfrentan las empresas petroleras que operan en el Golfo de México, la cual enfrenta una caída histórica en los precios del petróleo y la llegada de COVID-19 a las plataformas.
Los brotes de la nueva cepa de coronavirus en alta mar han afectado a la industria esta primavera desde el Golfo de México hasta Brasil y otras partes del mundo.
Ayer, Royal Dutch Shell, informó del contagio de COVID-19 de cinco trabajadores en una plataforma que opera en la parte norteamericana del Golfo de México, mientras otros dos presentan síntomas pero no se les ha confirmado la enfermedad, sin que hasta el momento se registren defunciones.
Por su parte, Pemex reporta más de mil 500 contagios entre jubilados, familiares y trabajadores, sin que hasta el momento se conozca la cifra exacta de trabajadores infectados.
Por la enfermedad, la empresa productiva del estado puso en marcha la Fase 3, en la cual se concluyó el desembarcado de instalaciones marinas de 3 mil 094 trabajadores propios y externos, el personal evacuado de las plataformas está centrado en funciones no esenciales que no afectan la operatividad de las instalaciones petroleras costa afuera.
Expertos aseguran que la llegada de la temporada de huracanes podría acelerar la quiebra de algunas empresas que operan en el Golfo de México.