UBS advirtió de una falta demanda de crudo pese al recorte de producción en la OPEP.
El banco suizo de inversión UBS lanzó una advertencia sobre el peligró de falta de demanda de crudo en los próximos meses debido a la posibilidad de rebrotes del virus SARS-COV-2 a finales de año.
“El entorno de riesgo y la fortaleza del dólar no están ayudando al petróleo crudo”, advierte Giovanni Staunovo, analista de materias primas de UBS.
El banco no es el único que ha encendido las alarmas sobre una posible caída en la demanda de petróleo. Las advertencias de la OPEP+ sobre “un mercado petrolero frágil y la incertidumbre sobre la recuperación de la demanda de petróleo” también han contribuido a la caída, añade este experto.
El retorno limitado del consumo por parte de las refinerías se constata si miramos datos de India, que muestran que sus importaciones de crudo cayeron el mes pasado al nivel más bajo registrado que se remonta a 2011.
El segundo importador más grande de Asia ha seguido luchando contra el coronavirus y también ha llenado sus reservas estratégicas cuando los precios del crudo se desplomaron a principios de año.
UBS advirtió de una falta demanda de crudo pese al recorte de producción en la OPEP.
El banco suizo de inversión UBS lanzó una advertencia sobre el peligró de falta de demanda de crudo en los próximos meses debido a la posibilidad de rebrotes del virus SARS-COV-2 a finales de año.
“El entorno de riesgo y la fortaleza del dólar no están ayudando al petróleo crudo”, advierte Giovanni Staunovo, analista de materias primas de UBS.
El banco no es el único que ha encendido las alarmas sobre una posible caída en la demanda de petróleo. Las advertencias de la OPEP+ sobre “un mercado petrolero frágil y la incertidumbre sobre la recuperación de la demanda de petróleo” también han contribuido a la caída, añade este experto.
El retorno limitado del consumo por parte de las refinerías se constata si miramos datos de India, que muestran que sus importaciones de crudo cayeron el mes pasado al nivel más bajo registrado que se remonta a 2011.
El segundo importador más grande de Asia ha seguido luchando contra el coronavirus y también ha llenado sus reservas estratégicas cuando los precios del crudo se desplomaron a principios de año.