La ASF cree que Pemex tiene alto riesgo de ser hackeada como sucedió en noviembre de 2019.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) asegura que los sistemas informáticos con los que opera Petróleos Mexicanos (Pemex) son obsoletos y no están actualizados con los parches de seguridad necesarios.
Esta situación hace que la empresa productiva del estado sea vulnerable a ataques cibernético, como sucedió en noviembre del 2019, cuando el 5% de los equipos de cómputo fueron objeto de un ataque de “ransomware”.
En noviembre del 2019, un grupo de delincuentes informáticos secuestraron y robaron información de mil 816 equipos de cómputo de Pemex, quienes después solicitaron 565 bitcoins (el equivalente a 4.9 millones de dólares en esos momentos) para liberar los equipos.
La ASF, señala en su auditoría del 2019, que la falta de actualizaciones y de controles, provocó la suspensión de operaciones en algunas áreas estratégicas de la empresa, así como la pérdida de archivos.
De acuerdo con el reporte, el 76% de los servidores secuestrados en 2019 funcionaban con un sistema operativo al que Microsoft dejó de dar soporte de seguridad. Esto a pesar de que la empresa invirtió 11 mil 545 millones de pesos en sistemas de información e infraestructura tecnológica.
La ASF cree que Pemex tiene alto riesgo de ser hackeada como sucedió en noviembre de 2019.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) asegura que los sistemas informáticos con los que opera Petróleos Mexicanos (Pemex) son obsoletos y no están actualizados con los parches de seguridad necesarios.
Esta situación hace que la empresa productiva del estado sea vulnerable a ataques cibernético, como sucedió en noviembre del 2019, cuando el 5% de los equipos de cómputo fueron objeto de un ataque de “ransomware”.
En noviembre del 2019, un grupo de delincuentes informáticos secuestraron y robaron información de mil 816 equipos de cómputo de Pemex, quienes después solicitaron 565 bitcoins (el equivalente a 4.9 millones de dólares en esos momentos) para liberar los equipos.
La ASF, señala en su auditoría del 2019, que la falta de actualizaciones y de controles, provocó la suspensión de operaciones en algunas áreas estratégicas de la empresa, así como la pérdida de archivos.
De acuerdo con el reporte, el 76% de los servidores secuestrados en 2019 funcionaban con un sistema operativo al que Microsoft dejó de dar soporte de seguridad. Esto a pesar de que la empresa invirtió 11 mil 545 millones de pesos en sistemas de información e infraestructura tecnológica.