La mezcla mexicana cierra la semana perdiendo 0.37% por los temores de afectaciones en la demanda de crudo por COVID-19.
La mezcla mexicana de petróleo registró una pérdida de 0.97% o 0.63 dólares frente al precio de cierre del miércoles, al cotizarse en el mercado energético internacional en 64.59 dólares por barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con el resultado obtenido hoy, el petróleo mexicano alcanzó promedio anual a 61.57 dólares por barril.
Pese al resultado registrado hoy, desde el lunes de la semana pasada el petróleo mexicana ha perdido 8.08% debido a los temores de que la tercera ola de COVID-19 ralentice la economía de China y Estados Unidos.
El petróleo WTI cerró este viernes con un retroceso del 0.94%, hasta 68.44 dólares el barril, por el miedo a nuevas restricciones de la movilidad vinculadas al avance de la variante delta de la COVID-19.
Mientras que el Brent para entrega en octubre terminó este viernes en el mercado de futuros de Londres en 70.54 dólares, un 1.11% menos que al finalizar la sesión anterior.
Por su parte, los contratos de gasolina con vencimiento en septiembre restaron algo más de un centavo y terminaron en 2.26 dólares el galón, mientras los de gas natural para entrega el mismo mes perdieron 7 centavos hasta 3.86 dólares por cada mil pies cúbicos.
El petróleo bajó por segundo día consecutivo arrastrado por el miedo a que el aumento de casos de coronavirus en el mundo fuerce a los Gobiernos a reimponer restricciones y, con ello, se frene la demanda de combustible.
Una advertencia de la Agencia Internacional de la Energía reforzó esos temores, a pesar de que los países de la OPEP insistieron el jueves en que no esperan que esa situación reduzca la demanda prevista para 2021 y 2022.
Sin embargo, en su informe mensual, el cártel productor reconoció que la evolución de la pandemia será “el factor determinante en el ritmo de la recuperación, con la posible aparición de nuevas variantes o mutaciones como riesgo”.
Según datos del informe, la demanda prevista en 2021 queda igual a la calculada hace un mes, con un incremento anual de alrededor de 6 millones de barriles diarios, hasta los 96.6 millones de barriles.
Para 2022, esa demanda crecerá en otros 3.3 millones de barriles hasta 99.9 millones de barriles por día, llegará a niveles previos a la pandemia y superará en el último trimestre la marca histórica de 100 millones de barriles diarios por primera vez.
Otros expertos, sin embargo, temen que la variante delta traiga de nuevo limitaciones a la actividad, con voces importantes en el mercado como Goldman Sachs que ya han recortado sus previsiones de demanda de combustible a corto plazo.
La mezcla mexicana cierra la semana perdiendo 0.37% por los temores de afectaciones en la demanda de crudo por COVID-19.
La mezcla mexicana de petróleo registró una pérdida de 0.97% o 0.63 dólares frente al precio de cierre del miércoles, al cotizarse en el mercado energético internacional en 64.59 dólares por barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con el resultado obtenido hoy, el petróleo mexicano alcanzó promedio anual a 61.57 dólares por barril.
Pese al resultado registrado hoy, desde el lunes de la semana pasada el petróleo mexicana ha perdido 8.08% debido a los temores de que la tercera ola de COVID-19 ralentice la economía de China y Estados Unidos.
El petróleo WTI cerró este viernes con un retroceso del 0.94%, hasta 68.44 dólares el barril, por el miedo a nuevas restricciones de la movilidad vinculadas al avance de la variante delta de la COVID-19.
Mientras que el Brent para entrega en octubre terminó este viernes en el mercado de futuros de Londres en 70.54 dólares, un 1.11% menos que al finalizar la sesión anterior.
Por su parte, los contratos de gasolina con vencimiento en septiembre restaron algo más de un centavo y terminaron en 2.26 dólares el galón, mientras los de gas natural para entrega el mismo mes perdieron 7 centavos hasta 3.86 dólares por cada mil pies cúbicos.
El petróleo bajó por segundo día consecutivo arrastrado por el miedo a que el aumento de casos de coronavirus en el mundo fuerce a los Gobiernos a reimponer restricciones y, con ello, se frene la demanda de combustible.
Una advertencia de la Agencia Internacional de la Energía reforzó esos temores, a pesar de que los países de la OPEP insistieron el jueves en que no esperan que esa situación reduzca la demanda prevista para 2021 y 2022.
Sin embargo, en su informe mensual, el cártel productor reconoció que la evolución de la pandemia será “el factor determinante en el ritmo de la recuperación, con la posible aparición de nuevas variantes o mutaciones como riesgo”.
Según datos del informe, la demanda prevista en 2021 queda igual a la calculada hace un mes, con un incremento anual de alrededor de 6 millones de barriles diarios, hasta los 96.6 millones de barriles.
Para 2022, esa demanda crecerá en otros 3.3 millones de barriles hasta 99.9 millones de barriles por día, llegará a niveles previos a la pandemia y superará en el último trimestre la marca histórica de 100 millones de barriles diarios por primera vez.
Otros expertos, sin embargo, temen que la variante delta traiga de nuevo limitaciones a la actividad, con voces importantes en el mercado como Goldman Sachs que ya han recortado sus previsiones de demanda de combustible a corto plazo.