Especialistas creen que los altos precios del gas provoque un aumento en la demanda de petróleo en el mundo.
Analistas esperan que el incremento en los precios del gas natural y el gas LP provoque un cambio de consumo hacia el petróleo.
Los precios del gas natural, sobre todo en Europa, se han disparado este año debido a unas existencias inferiores a las habituales, a la reducción del suministro de Rusia, a temperaturas frías más tempranas y a problemas de infraestructura.
Algunos analistas pronostican un incremento en la demanda mundial por crudo de varios cientos de miles de barriles por día, lo que ha reducido la ya escasa oferta, a medida que los países recurren al petróleo para generar energía durante el invierno.
Este fenómeno impulsaría aún más los altos precios del crudo, los cuales se sitúan por arriba de los 80 dólares por barril, cotización no vista desde el 2018, provocado por la falta de oferta en el mercado internacional.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha restablecido por completo los niveles de producción anteriores a la pandemia de COVID-19, provocando una constricción en la oferta forzando a los precios a tocar máximos de cuatro años.
El cambio al petróleo, un mes antes de que comiencen las conversaciones internacionales sobre el clima en Glasgow, pone de manifiesto la dificultad de reducir las emisiones y la transición a fuentes de energía más ecológicas.