Los países se oponen a realizar cambios regulatorios para solucionar el aumento en los precios.
Alemania, Dinamarca, Irlanda y otros seis países dijeron el lunes que no apoyarán la reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea, antes de una reunión de emergencia de ministros de energía para discutir el reciente aumento de precios.
Los precios europeos del gas y la energía se dispararon a niveles récord durante el otoño boreal y se han mantenido altos, lo que llevó a países como España y Francia a instar a Bruselas a rediseñar sus reglas del mercado de la electricidad.
No obstante, nueve países no están de acuerdo sobre esas propuestas, en un comunicado conjunto que indicó que “no pueden apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interno de gas y electricidad”, como una revisión del mercado eléctrico mayorista.
“Dado que los picos de precios tienen impulsores globales, debemos tener mucho cuidado antes de interferir con el diseño de los mercados energéticos internos”, señaló el comunicado. “Esto no será un remedio para mitigar el actual alza de los precios de la energía vinculados a los mercados de combustibles fósiles”.
Austria, Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos firmaron la declaración, que pide más medidas para ahorrar energía y un objetivo para una interconexión del 15% del mercado eléctrico de la UE para 2030.
Los ministros de energía se reunirán el martes para discutir su respuesta a la subida de precios.
La mayoría de los países está recurriendo a rebajas de impuestos, subsidios y otras medidas nacionales para proteger a los consumidores del impacto que están teniendo los precios más altos del gas en las facturas de energía, pero los gobiernos del bloque buscan acordar una respuesta a más largo plazo.
España está liderando los llamados a renovar el mercado eléctrico mayorista en respuesta a la subida de precios, argumentando que el sistema no está apoyando la transición verde de la UE.
Bajo el sistema actual, el precio mayorista de la electricidad lo fija la última planta de energía necesaria para satisfacer la demanda general de energía.
Las plantas de gas suelen fijar el precio en este sistema, algo que España considera injusto, ya que da como resultado que se venda energía renovable barata por el mismo precio que la energía basada en combustibles fósiles, más costosa.
Los países se oponen a realizar cambios regulatorios para solucionar el aumento en los precios.
Alemania, Dinamarca, Irlanda y otros seis países dijeron el lunes que no apoyarán la reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea, antes de una reunión de emergencia de ministros de energía para discutir el reciente aumento de precios.
Los precios europeos del gas y la energía se dispararon a niveles récord durante el otoño boreal y se han mantenido altos, lo que llevó a países como España y Francia a instar a Bruselas a rediseñar sus reglas del mercado de la electricidad.
No obstante, nueve países no están de acuerdo sobre esas propuestas, en un comunicado conjunto que indicó que “no pueden apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interno de gas y electricidad”, como una revisión del mercado eléctrico mayorista.
“Dado que los picos de precios tienen impulsores globales, debemos tener mucho cuidado antes de interferir con el diseño de los mercados energéticos internos”, señaló el comunicado. “Esto no será un remedio para mitigar el actual alza de los precios de la energía vinculados a los mercados de combustibles fósiles”.
Austria, Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos firmaron la declaración, que pide más medidas para ahorrar energía y un objetivo para una interconexión del 15% del mercado eléctrico de la UE para 2030.
Los ministros de energía se reunirán el martes para discutir su respuesta a la subida de precios.
La mayoría de los países está recurriendo a rebajas de impuestos, subsidios y otras medidas nacionales para proteger a los consumidores del impacto que están teniendo los precios más altos del gas en las facturas de energía, pero los gobiernos del bloque buscan acordar una respuesta a más largo plazo.
España está liderando los llamados a renovar el mercado eléctrico mayorista en respuesta a la subida de precios, argumentando que el sistema no está apoyando la transición verde de la UE.
Bajo el sistema actual, el precio mayorista de la electricidad lo fija la última planta de energía necesaria para satisfacer la demanda general de energía.
Las plantas de gas suelen fijar el precio en este sistema, algo que España considera injusto, ya que da como resultado que se venda energía renovable barata por el mismo precio que la energía basada en combustibles fósiles, más costosa.