El control de precios y la llegada de Gas Bienestar al mercado anunciada con bombo y platillo por parte del gobierno federal decepcionó a los consumidores y ahora el gobierno federal busca aplicar la misma estrategia utilizada en el mercado de petrolíferos.
La estrategía de control de precios para el mercado del gas LP en nuestro país no ha rendido los frutos esperados por el gobierno federal debido a los altos costos en el mercado internacional.
Tampoco la puesta en marcha de la empresa estatal Gas Bienestar ha logrado bajar los precios al público del energético y esto comienza a afectar la narrativa del gobierno de la cuarta transformación (4T).
Por ello, se prepara un nuevo golpe regulatorio contra las empresas privadas que participan en el mercado del gas LP, a través una estrategia utilizada por los reguladores en el mercado de petrolíferos.
El 25 de agosto de este año, el Órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó de emergencia la creación de un padrón de distribuidores de gas LP.
Gracias a este padrón, el regulador energético busca hacer una revisión completa de los permisos de importación vigentes, así como los permisos de almacenamiento, distribución y comercialización de gas LP.
Todo para comenzar a suspender permisos, como se ha venido realizando con los importadores privados de gasolina y diesel en el país.
El objetivo detrás de esta estrategia es de devolver a Petróleos Mexicanos (Pemex) por lo menos el 51% del mercado de importaciones del gas LP en el país.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener), la petrolera nacional importa el 30% del gas LP que se consume en el país.
En conferencia de prensa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que es necesario que Pemex controle el 51% del mercado, para hacer contrapeso a la empresas privadas que importan el energético.
Esto va en línea con la política energética del mandatario de darle una mayor participación de mercado a las empresas productivas del Estado a costa de las inversiones realizadas por los privados.
Sin embargo, el actual problema con el precio al público del gas LP no se debe a la manipulación de precios, restricción o limitación de la oferta o la demanda, división o segmentación de mercados, concertación de posturas en licitaciones y el intercambio de información entre los participantes del mercado.
El control de precios y la llegada de Gas Bienestar al mercado anunciada con bombo y platillo por parte del gobierno federal decepcionó a los consumidores y ahora el gobierno federal busca aplicar la misma estrategia utilizada en el mercado de petrolíferos.
La estrategía de control de precios para el mercado del gas LP en nuestro país no ha rendido los frutos esperados por el gobierno federal debido a los altos costos en el mercado internacional.
Tampoco la puesta en marcha de la empresa estatal Gas Bienestar ha logrado bajar los precios al público del energético y esto comienza a afectar la narrativa del gobierno de la cuarta transformación (4T).
Por ello, se prepara un nuevo golpe regulatorio contra las empresas privadas que participan en el mercado del gas LP, a través una estrategia utilizada por los reguladores en el mercado de petrolíferos.
El 25 de agosto de este año, el Órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó de emergencia la creación de un padrón de distribuidores de gas LP.
Gracias a este padrón, el regulador energético busca hacer una revisión completa de los permisos de importación vigentes, así como los permisos de almacenamiento, distribución y comercialización de gas LP.
Todo para comenzar a suspender permisos, como se ha venido realizando con los importadores privados de gasolina y diesel en el país.
El objetivo detrás de esta estrategia es de devolver a Petróleos Mexicanos (Pemex) por lo menos el 51% del mercado de importaciones del gas LP en el país.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener), la petrolera nacional importa el 30% del gas LP que se consume en el país.
En conferencia de prensa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que es necesario que Pemex controle el 51% del mercado, para hacer contrapeso a la empresas privadas que importan el energético.
Esto va en línea con la política energética del mandatario de darle una mayor participación de mercado a las empresas productivas del Estado a costa de las inversiones realizadas por los privados.
Sin embargo, el actual problema con el precio al público del gas LP no se debe a la manipulación de precios, restricción o limitación de la oferta o la demanda, división o segmentación de mercados, concertación de posturas en licitaciones y el intercambio de información entre los participantes del mercado.