La mezcla mexicana acumula una ganancia mensual de 30.31% y se acerca a alcanzar su mayor nivel en la historia
La mezcla mexicana de petróleo registró una ganancia de 3.42% o 3.96 dólares frente al precio de cierre del lunes, al cotizarse en el mercado energético internacional en 119.62 dólares por barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
De esta forma, el petróleo mexicano alcanza su precio más alto desde 22 de julio de 2008 y se perfila a romper la barrera de los 132 dólares, su mejor cotización en la historia.
La mezcla mexicana de petróleo mantiene un promedio de 85.68 dólares por barril, 30 dólares por arriba de lo presupuestado por la Secretaría de Hacienda para 2022.
La mezcla mexicana acumula en marzo una ganancia de 30.61%, que le permitió ayer alcanzar su mejor precio desde el 22 de julio de 2008 cuando cerró en 118.01 dólares por barril.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este martes con una subida del 3.6% y se situó en 123.70 dólares el barril después de que Estados Unidos vetara las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia en represalia por la invasión de Ucrania.
El Brent para entrega en mayo terminó este martes en el mercado de futuros de Londres en 127.98 dólares, un 3.87% más que al finalizar la sesión anterior.
El barril retrocedió tras encarecerse cerca del 15% solo en las últimas dos jornadas por los riesgos que supone la invasión rusa de Ucrania para la oferta global, que lo han propulsado hasta un precio no visto en once años.
Por otra parte, los contratos de gas natural para entrega en abril restaron 31 centavos, hasta los 4.52 dólares por cada mil pies cúbicos.
Mientras que los contratos de gasolina con vencimiento el mismo mes sumaron 11 centavos, hasta 3.68 dólares el galón.
El petróleo comenzó a subir a primera hora ante las informaciones que apuntaban a que el presidente Joe Biden anunciaría por la mañana esa prohibición, como luego se confirmó, tras la batería de duras sanciones económicas impuestas la semana pasada para aislar a Rusia.
En la práctica, el veto a las importaciones de energía de Rusia, que tiene efecto inmediato, supone el bloqueo por parte de Estados Unidos de cualquier compra nueva de crudo y de ciertos productos petroleros, gas licuado y carbón de ese país, además de cancelar las entregas de contratos existentes.
En paralelo, la administración Biden está llevando a cabo conversaciones con productores y consumidores de energía para garantizar el suministro global y su estabilidad, pero quiere aprovechar esta situación para profundizar en la transición hacia las energías verdes como alternativa al petróleo y al gas.
Los analistas de la firma Oanda señalaron que el aspecto “unilateral” de la medida es lo que ha llevado a que el crudo de Texas se elevara cerca del 7% durante la jornada -luego se moderó- pero no un 15 o 20%.
Rusia, uno de los líderes exportadores de crudo y productos petrolíferos, enfrenta un duro castigo que abocará a su economía a la recesión y ya está experimentando dificultades para vender sus combustibles pese a que las medidas no abarcaban su sector energético.
El barril de Texas alcanzó este domingo un pico de 130 dólares, mientras que la gasolina llegó hoy a los 4.173 dólares en los surtidores de Estados Unidos, en ambos casos tocando récords no vistos desde el verano de 2008.
Antes del conflicto bélico al este de Europa, el mercado de petróleo ya se presentaba muy ajustado por la creciente demanda derivada de la salida de la crisis del coronavirus, y la perspectiva de un suministro más limitado aún ha disparado los precios.
Desde el comienzo del año, el Texas se ha encarecido casi un 64%, y solo en el último mes un 37%.