El gobierno de los Estados Unidos expresó su preocupación por la violación al TMEC en caso de que se aprueba la reforma eléctrica.
Al gobierno de los Estados Unidos le preocupa las afectaciones que habría a las inversiones estadounidenses, si se aprueba mañana la reforma eléctrica del presidente López Obrador, porque hay compromisos establecidos en el T-MEC en esos temas.
Desde la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, las empresas estadounidenses que operan en México en el sector energético se han quejado de los esfuerzos de todo el gobierno para privilegiar en el mercado a las empresas productivas del estado a costa de las inversiones privada.
Ello a pesar de los compromisos que hizo el gobierno mexicano en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La representante comercial de los Estados Unidos, Katherine Tai, envió una carta a la secretaria de Economía, en la que pide al gobierno mexicano abandone la política energética de la cuarta transformación o habrá consecuencias.
“Creo que las dos podemos estar de acuerdo, que la completa implementación de nuestro acuerdo permanece como una prioridad para ambos y que solo a través del cumplimiento conjunto de nuestras obligaciones podremos avanzar en nuestros intereses”.
Tai, asegura que la política energética del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, viola el TMEC al dar un trato preferencial a Pemex y CFE.
“En corazón del TMEC están las obligaciones con respecto al comercio y la inversión, incluyendo el respecto no discriminatorio”.
Por un largo tiempo, el gobierno de los Estados Unidos ha expresado serias preocupaciones sobre una serie de cambios administrativos, regulatorios y legislativos en la política energética de México, las cuales violan las obligaciones del TMEC, incluido los cambios en la Ley de la Industria Eléctrica.
“Hemos sido muy claros que el TMEC aplica a México en el sector energético y hemos sido muy “cándidos” con la Secretaría de Economía sobre nuestras preocupaciones. No podremos ignorar el creciente grupo de inversionistas que aumentan sus preocupaciones, desde ONG, miembros del congreso, asociaciones empresariales y compañías grandes y pequeñas”.