Los pozos de baja producción, bombean menos de 15 barriles de petróleo equivalente al día.
Los pozos de petróleo y gas de baja producción, que representan solo el 6% de la producción total de Estados Unidos, son responsables de la mitad del metano emitido por todos los pozos del país, según un nuevo informe publicado el miércoles en Nature Communications.
El estudio, el primero que analiza de forma exhaustiva los más de 560 mil pozos de petróleo y gas marginales activos en Estados Unidos, que representan el 80% del total, se produce en un momento en que la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) se prepara para dar a conocer las nuevas disposiciones de su normativa sobre el metano en el sector del petróleo y el gas que presentó el pasado noviembre.
La norma propuesta suscitó algunas críticas de los grupos ecologistas porque la agencia sólo exigía a las empresas que vigilaran los grandes pozos que emiten una cantidad estimada de tres toneladas de metano al año o más, los cuales, según la agencia, son responsables del 86% de las filtraciones.
Los pozos marginales producen menos de 15 barriles de petróleo equivalente al día y emiten metano a un ritmo entre 6 y 12 veces superior a la media nacional, lo que equivale a una fuga del 10% de su gas a la atmósfera, según el informe.
Esto confirma que, al excluir esos pozos de la regulación, la EPA ignoraría una enorme fuente de metano.
En los pozos de baja producción, las observaciones de campo mostraron que la “negligencia y el mal estado” de los equipos son los principales responsables de las emisiones de metano, según el informe. Esto significa que las emisiones pueden evitarse con un control más frecuente y con inspecciones del lugar, agregó.
Los pozos de baja producción, bombean menos de 15 barriles de petróleo equivalente al día.
Los pozos de petróleo y gas de baja producción, que representan solo el 6% de la producción total de Estados Unidos, son responsables de la mitad del metano emitido por todos los pozos del país, según un nuevo informe publicado el miércoles en Nature Communications.
El estudio, el primero que analiza de forma exhaustiva los más de 560 mil pozos de petróleo y gas marginales activos en Estados Unidos, que representan el 80% del total, se produce en un momento en que la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) se prepara para dar a conocer las nuevas disposiciones de su normativa sobre el metano en el sector del petróleo y el gas que presentó el pasado noviembre.
La norma propuesta suscitó algunas críticas de los grupos ecologistas porque la agencia sólo exigía a las empresas que vigilaran los grandes pozos que emiten una cantidad estimada de tres toneladas de metano al año o más, los cuales, según la agencia, son responsables del 86% de las filtraciones.
Los pozos marginales producen menos de 15 barriles de petróleo equivalente al día y emiten metano a un ritmo entre 6 y 12 veces superior a la media nacional, lo que equivale a una fuga del 10% de su gas a la atmósfera, según el informe.
Esto confirma que, al excluir esos pozos de la regulación, la EPA ignoraría una enorme fuente de metano.
En los pozos de baja producción, las observaciones de campo mostraron que la “negligencia y el mal estado” de los equipos son los principales responsables de las emisiones de metano, según el informe. Esto significa que las emisiones pueden evitarse con un control más frecuente y con inspecciones del lugar, agregó.