Los precios de los combustibles podrían bajar el próximo año cuando entren en funcionamiento varias refinerías de gran tamaño en Oriente Medio.
De acuerdo con la consultora de energía Wood Mackenzie, los consumidores pueden esperar que los precios de los combustibles en los surtidores sigan siendo elevados durante el próximo año, debido a las interrupciones en el suministro de petróleo ruso y a los esfuerzos de las refinerías por satisfacer una demanda que se recupera de la pandemia.
La presión debería disminuir en la segunda mitad del próximo año, cuando se espera que entren en funcionamiento varias refinerías de gran tamaño, por ejemplo en Oriente Medio, según el informe de WoodMac.
Por el momento, los precios récord de la gasolina y el gasóleo en Estados Unidos, Europa y otros países han enfriado la demanda mundial de petróleo en alrededor de 1 millón de barriles diarios (bpd), aproximadamente el 1% de la demanda mundial, según Alan Gelder, analista de Wood Mackenzie.
“El sistema parece muy, muy limitado hasta que se ponga en marcha una nueva capacidad (de refinado)”, dijo Gelder a Reuters
Los beneficios que obtienen las refinerías por la destilación del crudo en combustibles como la gasolina y el gasóleo están en máximos históricos, en torno a los 30 dólares por barril, dijo WoodMac.
Las sanciones occidentales sobre el petróleo ruso tras su invasión de Ucrania en febrero han provocado un descenso de la producción de crudo ruso y de la producción de las refinerías y han interrumpido gravemente los flujos de petróleo en todo el mundo, lo que ha hecho subir los precios del petróleo.
La consultora espera que los precios del crudo se sitúen de media en torno a los 100 dólares por barril el próximo año, frente a los 110 dólares de este año. Los precios del crudo Brent de referencia se sitúan actualmente cerca de los 120 dólares por barril. [O/R]
El año que viene, se espera que los márgenes medios de refino a nivel mundial superen su rango medio de cinco años, aunque “ni de lejos sean tan elevados como en 2022”, dijo Gelder.
El sector del refinado está operando al máximo cuando es posible, y dando prioridad al gasóleo en particular, pero la oferta sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda mientras las economías siguen recuperándose de la pandemia del COVID-19, dijo Gelder.
La tensión se siente especialmente en el mercado del gasóleo y el gasoil, que sigue teniendo una escasez de oferta de unos 800 mil bpd, según las cifras de WoodMac.
El aumento del precio del combustible ha reducido el presupuesto de los hogares, en un momento en que el coste de los viajes se ha disparado en muchas partes del mundo.
WoodMac espera que en los próximos tres trimestres se pongan en marcha unos 2.5 millones de bpd de nueva capacidad de refino, entre ellos la nueva refinería de Jizan, en Arabia Saudí, de 400 mil bpd, la refinería de petróleo de Dangote, en Nigeria, de 650 mil bpd, la refinería de al-Zour, en Kuwait, de 615.000 bpd, y una serie de instalaciones en China.
(Reporte de Rowena Edwards y Ron Bousso en Londres; edición de Kim Coghill, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)