Proveedores y contratista de Pemex se sienten engañados por el equema de pago a través de bonos implementado hace unos días.
A finales de mayo, Petróleos Mexicanos (Pemex), anunció que estructuró un mecanismo de intercambio de deuda comercial por deuda financiera, el cual estaba pensado para ofrecer a sus proveedores y contratistas una alternativa para agilizar la obtención de liquidez.
La petrolera nacional mantenía hasta el cuarto mes del año una deuda total con proveedores y contratistas por 94 mil 554 millones de pesos, de acuerdo con datos de la petrolera al 30 de abril de este año.
Para reducir su deuda, la petrolera ideó un proceso por el cual los proveedores con montos superiores a 5 millones de dólares en facturas podían entrar voluntariamente en un programa de reconocimiento de obligaciones y pago de facturas elegibles.
“El mecanismo financiero se instrumenta el día de hoy a través de la firma de un Acuerdo de Reconocimiento y Repago de Obligaciones entre Pemex y los proveedores y contratistas, mediante el cual se acordó un intercambio par por par de facturas comerciales por notas globales de la petrolera con un cupón de 8.75% y vencimiento en 2029. Las facturas elegibles a ser consideradas en el esquema fueron aquellas pendientes de pago, denominadas en dólares y con vencimiento hasta el 31 de mayo de 2022”, explicaba la empresa en un comunicado antes de la emisión.
La operación de bonos anunciada por la petrolera nacional para intercambiar deuda comercial por deuda financiera por parte de sus proveedores y contratistas quedó por debajo del objetivo, ya que esperaba cubrir pasivos por un monto de 2 mil millones de dólares, pero logró recaudar solo mil 500 millones.
Esto permitió que Pemex cerrará el quinto mes del año con una deuda total con proveedores y contratistas por 50 mil 454 millones de pesos, de acuerdo con datos de la petrolera al 3 de junio de este año, una reducción de 48% de un mes a otro.
Sin embargo, las grandes empresas que participaron en el esquema terminaron viendose afectadas en sus finanzas debido a que solo pudieron cobrar el 80% de los bonos colocados en el mercado, perdiendo de entrada 20% del valor de la deuda por los trabajos realizados.
Y por si fuera poco, los proveedores perdieron tambien dinero al vender el 80% de los bonos con descuento, significando una doble perdida para ellos, afectando aún más sus desgastadas finanzas tras varios años de problemas de pagfo por parte de Pemex.
Si bien el mecánismo funcionó para que Pemex redujera en 48% de un mes a otro su deuda con sus proveedores, sera dificil para la empresa productiva del estado volver a aplicar un esquema de pago diferente al factoraje, ya que las empresas participantes en este esquema se sintieron engañadas por la petrolera nacional.
La falta de pago a proveedores y contratistas de la petrolera nacional es un problema que se ha venidoa agudizando en los últimos años, el cual se debe a la política de austeridad, falta de liquidez y una mala política de administración de los recursos extraordinarios obtenidos por el alto precio de la mezcla mexicana de exportación.
Proveedores y contratista de Pemex se sienten engañados por el equema de pago a través de bonos implementado hace unos días.
A finales de mayo, Petróleos Mexicanos (Pemex), anunció que estructuró un mecanismo de intercambio de deuda comercial por deuda financiera, el cual estaba pensado para ofrecer a sus proveedores y contratistas una alternativa para agilizar la obtención de liquidez.
La petrolera nacional mantenía hasta el cuarto mes del año una deuda total con proveedores y contratistas por 94 mil 554 millones de pesos, de acuerdo con datos de la petrolera al 30 de abril de este año.
Para reducir su deuda, la petrolera ideó un proceso por el cual los proveedores con montos superiores a 5 millones de dólares en facturas podían entrar voluntariamente en un programa de reconocimiento de obligaciones y pago de facturas elegibles.
“El mecanismo financiero se instrumenta el día de hoy a través de la firma de un Acuerdo de Reconocimiento y Repago de Obligaciones entre Pemex y los proveedores y contratistas, mediante el cual se acordó un intercambio par por par de facturas comerciales por notas globales de la petrolera con un cupón de 8.75% y vencimiento en 2029. Las facturas elegibles a ser consideradas en el esquema fueron aquellas pendientes de pago, denominadas en dólares y con vencimiento hasta el 31 de mayo de 2022”, explicaba la empresa en un comunicado antes de la emisión.
La operación de bonos anunciada por la petrolera nacional para intercambiar deuda comercial por deuda financiera por parte de sus proveedores y contratistas quedó por debajo del objetivo, ya que esperaba cubrir pasivos por un monto de 2 mil millones de dólares, pero logró recaudar solo mil 500 millones.
Esto permitió que Pemex cerrará el quinto mes del año con una deuda total con proveedores y contratistas por 50 mil 454 millones de pesos, de acuerdo con datos de la petrolera al 3 de junio de este año, una reducción de 48% de un mes a otro.
Sin embargo, las grandes empresas que participaron en el esquema terminaron viendose afectadas en sus finanzas debido a que solo pudieron cobrar el 80% de los bonos colocados en el mercado, perdiendo de entrada 20% del valor de la deuda por los trabajos realizados.
Y por si fuera poco, los proveedores perdieron tambien dinero al vender el 80% de los bonos con descuento, significando una doble perdida para ellos, afectando aún más sus desgastadas finanzas tras varios años de problemas de pagfo por parte de Pemex.
Si bien el mecánismo funcionó para que Pemex redujera en 48% de un mes a otro su deuda con sus proveedores, sera dificil para la empresa productiva del estado volver a aplicar un esquema de pago diferente al factoraje, ya que las empresas participantes en este esquema se sintieron engañadas por la petrolera nacional.
La falta de pago a proveedores y contratistas de la petrolera nacional es un problema que se ha venidoa agudizando en los últimos años, el cual se debe a la política de austeridad, falta de liquidez y una mala política de administración de los recursos extraordinarios obtenidos por el alto precio de la mezcla mexicana de exportación.