Un equipo negociador mexicano que parece llegar débil a las mesas, en el cual priva el desconocimiento y ruido político que muy poco abonarán a una negociación exitosa.
Juan Carlos Machorro socio a cargo de la práctica transaccional de la firma Santamarina y Steta, señaló aspectos cruciales que enmarcarán las mesas de consulta, una vez que los gobiernos de los Estados y Canadá han iniciado el proceso correspondiente para señalar incumplimientos del TMEC derivados de políticas del Gobierno mexicano en el sector energético.
En esta primera etapa veremos equipos negociadores de EUA y Canadá con un alto nivel de preparación y de conocimiento del tratado y de las áreas de incumplimiento en discusión; la pregunta es si podemos esperar lo mismo del equipo mexicano.
“Si nos basamos en la actuación del equipo de transición y lo efectuado en relación con el Capítulo Octavo y la narrativa del Gobierno Federal de los últimos días, el panorama no es alentador. La desestimación de las señales previas a la solicitud de consultas ya era preocupante pero esto se incrementa cuando en el discurso oficial no hay incumplimiento alguno al no estar cubierto en el tratado el sector de energías. Si no hay conocimiento del tratado y de los compromisos específicos en el sector ¿qué tipo de arreglo puede esperarse?, desafortunadamente ninguno”, comentó.
La razón: la austeridad republicana ha tenido un impacto en el nivel de conocimiento y experiencia de los equipos en materia comercial y no se diga en el sector energético. El trabajo desarrollado por el equipo de transición encabezado por el Dr. Seade no logró lo que el Presidente esperaba si el objetivo era reservar el sector energético y las negociaciones quedan en manos de funcionarios obligados a defender lo indefendible. El resultado es de pronóstico reservado.
Las primeras consecuencias: Los nuevos equipos van a tener que hacer tres cosas al mismo tiempo: (1) ir descubriendo el propio tratado, las razones jurídicas de las faltas mexicanas y empezar a dimensionar el costo de las consecuencias; (2) preparar argumentos de defensa sobre la marcha, y (3) lo más difícil: explicar la situación al Presidente y proponer salidas económicamente decorosas, ante la presión y convicción férrea de los allegados a Palacio Nacional. “¡Demasiado maniobrar en tan poco tiempo!”,expresó.
Primer escenario previsible: difícilmente llegarán a algún acuerdo y el asunto será resuelto en un panel.
Complicaciones adicionales: no deben descartarse otros procesos de revisión que iniciarán otros socios comerciales, Unión Europea incluida, y los inversionistas actuando en lo individual.
El mejor escenario: México reconoce el incumplimiento y asume el compromiso de corregir. Los argumentos y reclamaciones que se anticipan de Canadá y otros socios comerciales girarán en torno a lo mismo: política discriminatoria a favor de los monopolios de Estado y congelación de trámites. “Un viraje total a la argumentación ideológica que poco o nada tiene que ver con compromisos comerciales válidos, vinculantes y plenamente exigibles”, señaló.
Juan Carlos Machorro finalizó reflexionando que el ejercicio responsable de la soberanía pasa por “decisiones estratégicas inteligentes” en aras de lograr el desarrollo y el bienestar de los mexicanos; “la soberanía no descansa en adoptar decisiones que aíslen al país y nos anclen en prácticas monopólicas de ineficiencia probada, todo lo contrario,” concluyó.
No te puedes perder el panel “Arbitrajes y TMEC ¿Lo que veremos en 2023?” en la Semana del Combustible 2022″. Regístrate en: https://buff.ly/3ARnRex
Un equipo negociador mexicano que parece llegar débil a las mesas, en el cual priva el desconocimiento y ruido político que muy poco abonarán a una negociación exitosa.
Juan Carlos Machorro socio a cargo de la práctica transaccional de la firma Santamarina y Steta, señaló aspectos cruciales que enmarcarán las mesas de consulta, una vez que los gobiernos de los Estados y Canadá han iniciado el proceso correspondiente para señalar incumplimientos del TMEC derivados de políticas del Gobierno mexicano en el sector energético.
En esta primera etapa veremos equipos negociadores de EUA y Canadá con un alto nivel de preparación y de conocimiento del tratado y de las áreas de incumplimiento en discusión; la pregunta es si podemos esperar lo mismo del equipo mexicano.
“Si nos basamos en la actuación del equipo de transición y lo efectuado en relación con el Capítulo Octavo y la narrativa del Gobierno Federal de los últimos días, el panorama no es alentador. La desestimación de las señales previas a la solicitud de consultas ya era preocupante pero esto se incrementa cuando en el discurso oficial no hay incumplimiento alguno al no estar cubierto en el tratado el sector de energías. Si no hay conocimiento del tratado y de los compromisos específicos en el sector ¿qué tipo de arreglo puede esperarse?, desafortunadamente ninguno”, comentó.
La razón: la austeridad republicana ha tenido un impacto en el nivel de conocimiento y experiencia de los equipos en materia comercial y no se diga en el sector energético. El trabajo desarrollado por el equipo de transición encabezado por el Dr. Seade no logró lo que el Presidente esperaba si el objetivo era reservar el sector energético y las negociaciones quedan en manos de funcionarios obligados a defender lo indefendible. El resultado es de pronóstico reservado.
Las primeras consecuencias: Los nuevos equipos van a tener que hacer tres cosas al mismo tiempo: (1) ir descubriendo el propio tratado, las razones jurídicas de las faltas mexicanas y empezar a dimensionar el costo de las consecuencias; (2) preparar argumentos de defensa sobre la marcha, y (3) lo más difícil: explicar la situación al Presidente y proponer salidas económicamente decorosas, ante la presión y convicción férrea de los allegados a Palacio Nacional. “¡Demasiado maniobrar en tan poco tiempo!”,expresó.
Primer escenario previsible: difícilmente llegarán a algún acuerdo y el asunto será resuelto en un panel.
Complicaciones adicionales: no deben descartarse otros procesos de revisión que iniciarán otros socios comerciales, Unión Europea incluida, y los inversionistas actuando en lo individual.
El mejor escenario: México reconoce el incumplimiento y asume el compromiso de corregir. Los argumentos y reclamaciones que se anticipan de Canadá y otros socios comerciales girarán en torno a lo mismo: política discriminatoria a favor de los monopolios de Estado y congelación de trámites. “Un viraje total a la argumentación ideológica que poco o nada tiene que ver con compromisos comerciales válidos, vinculantes y plenamente exigibles”, señaló.
Juan Carlos Machorro finalizó reflexionando que el ejercicio responsable de la soberanía pasa por “decisiones estratégicas inteligentes” en aras de lograr el desarrollo y el bienestar de los mexicanos; “la soberanía no descansa en adoptar decisiones que aíslen al país y nos anclen en prácticas monopólicas de ineficiencia probada, todo lo contrario,” concluyó.
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