El precio inicial en sí no se ha fijado, pero debería de hacerse en las próximas semanas.
Los países ricos del Grupo de los Siete y Australia acordaron establecer un precio fijo cuando finalice un límite de precios para el petróleo ruso a finales de este mes, en lugar de adoptar uno variable, dijeron fuentes el jueves.
Funcionarios estadounidenses y los países del G7 han mantenido intensas negociaciones en las últimas semanas sobre el plan de poner un tope de precios a los envíos de petróleo por mar, que está previsto que entre en vigor el 5 de diciembre, para garantizar que las sanciones de la UE y Estados Unidos que limitan la financiación de la invasión de Ucrania no estrangulen el mercado mundial.
“La Coalición ha acordado que el límite de precios será un precio fijo que se revisará periódicamente, en lugar de un descuento respecto a un índice”, dijo una fuente de la coalición, que no estaba autorizada a hablar públicamente. “Esto aumentará la estabilidad del mercado y simplificará el cumplimiento para minimizar la carga de los agentes”.
El precio inicial en sí no se ha fijado, pero debería de hacerse en las próximas semanas, dijeron varias fuentes. Los socios de la coalición acordaron revisarlo periódicamente y modificarlo en caso necesario, dijo una fuente, sin revelar más detalles
Fijar el precio con un descuento respecto de algún índice habría provocado demasiada volatilidad y posibles oscilaciones de precios, añadió la fuente.
A la coalición le preocupaba que un precio variable fijado por debajo de la referencia internacional Brent pueda permitir al presidente ruso Vladimir Putin jugar con el mecanismo reduciendo la oferta, dijo una segunda fuente con conocimiento de las discusiones.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y otros funcionarios del G7 sostienen que el tope de precios, que comenzará el 5 de diciembre para el crudo y el 5 de febrero para los productos refinados, reducirá la financiación a Rusia y no el suministro a los consumidores.
Rusia ha dicho que se negará a enviar petróleo a los países que establezcan topes de precios.
(Reporte de Andrea Shalal y Timothy Gardner en Washington y Noah Browning en Londres Editado en español por Javier López de Lérida)