La formación del tamaño de Bélgica, en la provincia patagónica de Neuquén, alberga la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo.
El auge de la formación de esquisto Vaca Muerta, en Argentina, que rivaliza con la Cuenca Pérmica de Estados Unidos, corre el riesgo de desacelerarse ante la falta de infraestructura necesaria para alcanzar un desarrollo masivo.
Por eso, el Gobierno ha acelerado la construcción de un importante gasoducto que se proyecta que esté operativo a mediados del próximo año y busca inversiones en nuevas terminales de exportación cerca de Buenos Aires. También está terminando de diseñar una nueva ley que tratará de atraer millonarias inversiones en gas natural licuado (GNL).
El resultado de esta gestión será clave para el futuro de Vaca Muerta, después de años de un desarrollo intermitente.
La formación del tamaño de Bélgica, en la provincia patagónica de Neuquén, alberga la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo. Vaca Muerta podría llevar al país a convertirse en un proveedor clave de energía en todo el mundo, que busca alternativas a Rusia, cuya industria energética ha sido fuertemente sancionada tras su invasión a Ucrania.
Pero datos de la industria revisados por Reuters, entrevistas con decenas de ejecutivos, funcionarios locales y nacionales y residentes del pueblo de Añelo, en el corazón de Vaca Muerta, revelan cómo los cuellos de botella – desde tubos hasta sets de fractura y deficientes servicios públicos – amenazan con retrasar los planes del país.
“Los gasoductos actuales están muy llenos”, dijo Pablo Trovarelli, jefe de operaciones de ‘midstream’ en una planta de tratamiento de Transportadora de Gas del Sur (TGS), en Vaca Muerta.
La empresa necesita nuevos ductos para expandir la producción y aumentar la capacidad de la planta de 15 millones de metros cúbicos por día (m3/d) este año a 21 millones de m3/d en 2023.
Trovarelli destacó la construcción del nuevo gasoducto troncal que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires, llamado Néstor Kirchner, cuya primera etapa se terminaría a mediados del 2023.
“Si eso no pasa, no puedo ampliarla (la capacidad de la planta), porque no tengo donde inyectar el gas”, agregó.
Datos de la consultora Rystad Energy muestran cómo la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta reflejan el límite actual que tienen los tubos. Neuquén produce unos 280.000 barriles por día de petróleo, la capacidad del oleoducto. El gas está en un estado similar con 2.000 millones de pies cúbicos por día.
“La capacidad de transporte podría limitar el crecimiento en el futuro cercano”, dijo el analista de Rystad Andrés Villarroel, quien agregó que se llegó a realizar algunos cargamentos de petróleo a través de camiones.
“A PUNTO DE COLAPSAR”
En el pueblo de Añelo, corazón de Vaca Muerta, los signos de tensión son claros: al lado de las rutas por las que cientos de camiones circulan diariamente, los caminos de ripio permanecen sin pavimentar y muchas de sus casas precarias, construidas apresuradamente, no cuentan con servicios de cloacas ni de agua potable, según los lugareños.
Eso implica un obstáculo para atraer nuevos trabajadores a la ciudad, necesarios para impulsar Vaca Muerta.
“La situación de Añelo está a punto de colapsar”, dijo el intendente Milton Morales, de 40 años, en referencia a la falta de infraestructura de su ciudad, que quintuplicó su población a unos 9.000 habitantes en los últimos cinco años.
“Es irrisorio estar hablando de la potencialidad del desarrollo de Vaca Muerta y las proyecciones que generan los yacimientos que tenemos a espaldas de nuestra localidad, y pensar que Añelo (…) hoy tiene 700 familias sin gas”, agregó.
Desde el Gobierno nacional se ha tomado nota del riesgo que implica la falta de infraestructura para Vaca Muerta, que tiene un rol clave para generar miles de millones de dólares en exportaciones y revertir un déficit de la balanza energética de 5.500 millones de dólares, que golpea a las escasas reservas de divisas que tiene el banco central.
“Vaca muerta puede hacer que el tema de los dólares deje de ser un tema”, dijo a Reuters Ricardo Markous, presidente de Tecpetrol, que opera el enorme campo Fortín de Piedra en esa formación.
El Gobierno está impulsando un proyecto de ley de gas natural licuado con el que intentará dar certidumbre a las empresas en el largo plazo para que propicien millonarias inversiones en el sector.
“Hoy estamos concentrados en todo el plan Transportar, porque primero el abastecimiento interno para poder propiciar después las exportaciones”, dijo a Reuters la secretaria de Energía, Flavia Royón, durante un evento de la industria en Buenos Aires.
La construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires, es una condición para que se puedan instalar plantas de GNL, ya que sumará en una primera etapa 24 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Al terminar la construcción de la segunda etapa sumará una capacidad de 44 millones de m3/d adicionales a los actuales 120 millones de m3/d.
Una fuente de la petrolera estatal YPF dijo que el proyecto de ley de GNL podría llegar al Congreso en los próximos días o semanas y que incluirá beneficios fiscales y un mayor acceso a divisas para el sector, a pesar del control de capitales que rige en el país.
Eso ayudaría a desbloquear acuerdos de inversión, como el que se está evaluando con el gigante energético de Malasia Petronas.
MÁS DEMANDA
La producción de petróleo y gas no convencional ha aumentado durante el último año gracias a la mejora en la eficiencia productiva, una mayor demanda y los planes de estímulo del Gobierno.
Pero ejecutivos de la industria dijeron que necesitan nuevos mercados de exportación para que su producción de gas siga creciendo.
“Podríamos ir a más producción, pero tendría que haber más demanda y no alcanza con la demanda local y la regional”, dijo Markous, de Tecpetrol.
El ejecutivo dijo que el aumento de la producción en ese yacimiento, que produce unos 20 millones de m3/d, solo estaría justificado si se instalan plantas de GNL que demanden ese incremental.
El Gobierno tiene la ambición de atraer unos 10.000 millones de dólares para la construcción de plantas de licuefacción, que podrían generar exportaciones por unos 15.000 millones de dólares para el año 2027.
El director de operaciones de una empresa petrolera local, que pidió no ser identificado, dijo que también son necesarias importantes inversiones en puertos para poder ampliar la capacidad de exportación de petróleo.
SETS DE FRACTURA
Los ejecutivos de la industria dijeron que un entorno económico complejo, con una inflación que se proyecta en 100% este año y un férreo control de capitales, implica un riesgo, y pidieron un marco regulatorio especial para el sector, para crear más estabilidad y alentar la inversión.
“Hoy Vaca Muerta está en riesgo de continuar con su producción porque no existen dólares suficientes para que las PyMes, las empresas de servicios petroleros, puedan traer los insumos que necesitan para continuar contribuyendo al país”, sostuvo Juan José Aranguren, exdirectivo de Shell y exsecretario de energía, en un seminario en Buenos Aires.
Vaca Muerta está en una encrucijada. Mientras el Gobierno trata de estimular la producción, los cuellos de botella en los equipos siguen siendo un obstáculo.
Actualmente hay alrededor de ocho sets de fractura activos en Vaca Muerta frente a los casi 280 que hay en Estados Unidos, dijo Rystad.
“Para la cantidad de actividad que va a haber en la zona de Vaca Muerta, no alcanzan los sets de fractura que tenemos hoy en el país”, dijo Marcelo Mindlin, presidente ejecutivo de Pampa Energía, la tercera productora de gas de la cuenca neuquina.
Durante una visita a uno de los campos de la firma, Mindlin dijo a Reuters que Pampa está en proceso de importar su propio set de fractura con la esperanza de sacar más provecho al potencial de Vaca Muerta.
“Estamos importando uno propio para no tener ningún inconveniente al desarrollar nuestro plan de crecimiento y de inversión”, explicó.
(Reporte de Eliana Raszewski, con reporte adicional de Hernán Nessi. Editado por Adam Jourdan/Nicolás Misculin)
La formación del tamaño de Bélgica, en la provincia patagónica de Neuquén, alberga la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo.
El auge de la formación de esquisto Vaca Muerta, en Argentina, que rivaliza con la Cuenca Pérmica de Estados Unidos, corre el riesgo de desacelerarse ante la falta de infraestructura necesaria para alcanzar un desarrollo masivo.
Por eso, el Gobierno ha acelerado la construcción de un importante gasoducto que se proyecta que esté operativo a mediados del próximo año y busca inversiones en nuevas terminales de exportación cerca de Buenos Aires. También está terminando de diseñar una nueva ley que tratará de atraer millonarias inversiones en gas natural licuado (GNL).
El resultado de esta gestión será clave para el futuro de Vaca Muerta, después de años de un desarrollo intermitente.
La formación del tamaño de Bélgica, en la provincia patagónica de Neuquén, alberga la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo. Vaca Muerta podría llevar al país a convertirse en un proveedor clave de energía en todo el mundo, que busca alternativas a Rusia, cuya industria energética ha sido fuertemente sancionada tras su invasión a Ucrania.
Pero datos de la industria revisados por Reuters, entrevistas con decenas de ejecutivos, funcionarios locales y nacionales y residentes del pueblo de Añelo, en el corazón de Vaca Muerta, revelan cómo los cuellos de botella – desde tubos hasta sets de fractura y deficientes servicios públicos – amenazan con retrasar los planes del país.
“Los gasoductos actuales están muy llenos”, dijo Pablo Trovarelli, jefe de operaciones de ‘midstream’ en una planta de tratamiento de Transportadora de Gas del Sur (TGS), en Vaca Muerta.
La empresa necesita nuevos ductos para expandir la producción y aumentar la capacidad de la planta de 15 millones de metros cúbicos por día (m3/d) este año a 21 millones de m3/d en 2023.
Trovarelli destacó la construcción del nuevo gasoducto troncal que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires, llamado Néstor Kirchner, cuya primera etapa se terminaría a mediados del 2023.
“Si eso no pasa, no puedo ampliarla (la capacidad de la planta), porque no tengo donde inyectar el gas”, agregó.
Datos de la consultora Rystad Energy muestran cómo la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta reflejan el límite actual que tienen los tubos. Neuquén produce unos 280.000 barriles por día de petróleo, la capacidad del oleoducto. El gas está en un estado similar con 2.000 millones de pies cúbicos por día.
“La capacidad de transporte podría limitar el crecimiento en el futuro cercano”, dijo el analista de Rystad Andrés Villarroel, quien agregó que se llegó a realizar algunos cargamentos de petróleo a través de camiones.
“A PUNTO DE COLAPSAR”
En el pueblo de Añelo, corazón de Vaca Muerta, los signos de tensión son claros: al lado de las rutas por las que cientos de camiones circulan diariamente, los caminos de ripio permanecen sin pavimentar y muchas de sus casas precarias, construidas apresuradamente, no cuentan con servicios de cloacas ni de agua potable, según los lugareños.
Eso implica un obstáculo para atraer nuevos trabajadores a la ciudad, necesarios para impulsar Vaca Muerta.
“La situación de Añelo está a punto de colapsar”, dijo el intendente Milton Morales, de 40 años, en referencia a la falta de infraestructura de su ciudad, que quintuplicó su población a unos 9.000 habitantes en los últimos cinco años.
“Es irrisorio estar hablando de la potencialidad del desarrollo de Vaca Muerta y las proyecciones que generan los yacimientos que tenemos a espaldas de nuestra localidad, y pensar que Añelo (…) hoy tiene 700 familias sin gas”, agregó.
Desde el Gobierno nacional se ha tomado nota del riesgo que implica la falta de infraestructura para Vaca Muerta, que tiene un rol clave para generar miles de millones de dólares en exportaciones y revertir un déficit de la balanza energética de 5.500 millones de dólares, que golpea a las escasas reservas de divisas que tiene el banco central.
“Vaca muerta puede hacer que el tema de los dólares deje de ser un tema”, dijo a Reuters Ricardo Markous, presidente de Tecpetrol, que opera el enorme campo Fortín de Piedra en esa formación.
El Gobierno está impulsando un proyecto de ley de gas natural licuado con el que intentará dar certidumbre a las empresas en el largo plazo para que propicien millonarias inversiones en el sector.
“Hoy estamos concentrados en todo el plan Transportar, porque primero el abastecimiento interno para poder propiciar después las exportaciones”, dijo a Reuters la secretaria de Energía, Flavia Royón, durante un evento de la industria en Buenos Aires.
La construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires, es una condición para que se puedan instalar plantas de GNL, ya que sumará en una primera etapa 24 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Al terminar la construcción de la segunda etapa sumará una capacidad de 44 millones de m3/d adicionales a los actuales 120 millones de m3/d.
Una fuente de la petrolera estatal YPF dijo que el proyecto de ley de GNL podría llegar al Congreso en los próximos días o semanas y que incluirá beneficios fiscales y un mayor acceso a divisas para el sector, a pesar del control de capitales que rige en el país.
Eso ayudaría a desbloquear acuerdos de inversión, como el que se está evaluando con el gigante energético de Malasia Petronas.
MÁS DEMANDA
La producción de petróleo y gas no convencional ha aumentado durante el último año gracias a la mejora en la eficiencia productiva, una mayor demanda y los planes de estímulo del Gobierno.
Pero ejecutivos de la industria dijeron que necesitan nuevos mercados de exportación para que su producción de gas siga creciendo.
“Podríamos ir a más producción, pero tendría que haber más demanda y no alcanza con la demanda local y la regional”, dijo Markous, de Tecpetrol.
El ejecutivo dijo que el aumento de la producción en ese yacimiento, que produce unos 20 millones de m3/d, solo estaría justificado si se instalan plantas de GNL que demanden ese incremental.
El Gobierno tiene la ambición de atraer unos 10.000 millones de dólares para la construcción de plantas de licuefacción, que podrían generar exportaciones por unos 15.000 millones de dólares para el año 2027.
El director de operaciones de una empresa petrolera local, que pidió no ser identificado, dijo que también son necesarias importantes inversiones en puertos para poder ampliar la capacidad de exportación de petróleo.
SETS DE FRACTURA
Los ejecutivos de la industria dijeron que un entorno económico complejo, con una inflación que se proyecta en 100% este año y un férreo control de capitales, implica un riesgo, y pidieron un marco regulatorio especial para el sector, para crear más estabilidad y alentar la inversión.
“Hoy Vaca Muerta está en riesgo de continuar con su producción porque no existen dólares suficientes para que las PyMes, las empresas de servicios petroleros, puedan traer los insumos que necesitan para continuar contribuyendo al país”, sostuvo Juan José Aranguren, exdirectivo de Shell y exsecretario de energía, en un seminario en Buenos Aires.
Vaca Muerta está en una encrucijada. Mientras el Gobierno trata de estimular la producción, los cuellos de botella en los equipos siguen siendo un obstáculo.
Actualmente hay alrededor de ocho sets de fractura activos en Vaca Muerta frente a los casi 280 que hay en Estados Unidos, dijo Rystad.
“Para la cantidad de actividad que va a haber en la zona de Vaca Muerta, no alcanzan los sets de fractura que tenemos hoy en el país”, dijo Marcelo Mindlin, presidente ejecutivo de Pampa Energía, la tercera productora de gas de la cuenca neuquina.
Durante una visita a uno de los campos de la firma, Mindlin dijo a Reuters que Pampa está en proceso de importar su propio set de fractura con la esperanza de sacar más provecho al potencial de Vaca Muerta.
“Estamos importando uno propio para no tener ningún inconveniente al desarrollar nuestro plan de crecimiento y de inversión”, explicó.
(Reporte de Eliana Raszewski, con reporte adicional de Hernán Nessi. Editado por Adam Jourdan/Nicolás Misculin)