La demanda de gasolina en México disminuyo en febrero a niveles cercanos a los vistos en 2019.
El consumo de gasolina en México durante las primeras semanas de febrero alcanzó los 724 mil barriles diarios, superando los niveles vistos en 2021 y 2022, pero por debajo a los registrados previos a la pandemia de COVID-19.
Datos de la demanda de gasolina publicados por la Secretaría de Energía (SENER), muestran que el consumo de gasolina en las primeras seis semanas del año no pudieron superar a lo reportado antes de la llegada de la pandemia.
El pico máximo de demanda de gasolina en México se alcanzó en la segunda semana abril del 2022, con un consumo de 894 mil barriles.
Los datos oficiales muestran que durante la segunda semana de febrero, en México se consumieron 724 mil barriles diarios de gasolina, 67 mil barriles menos a lo consumido en la misma semana en 2019, cuando se tenía el máximo para esa semana.
La tendencia de consumo en 2023 se ubica por debajo a lo registrado antes de la llegada de COVID-19, pero por arriba a lo registrado en los últimos dos años, esto puede explicarse por los altos costos de los combustibles y la inflación.
La demanda de gasolina en México disminuyo en febrero a niveles cercanos a los vistos en 2019.
El consumo de gasolina en México durante las primeras semanas de febrero alcanzó los 724 mil barriles diarios, superando los niveles vistos en 2021 y 2022, pero por debajo a los registrados previos a la pandemia de COVID-19.
Datos de la demanda de gasolina publicados por la Secretaría de Energía (SENER), muestran que el consumo de gasolina en las primeras seis semanas del año no pudieron superar a lo reportado antes de la llegada de la pandemia.
El pico máximo de demanda de gasolina en México se alcanzó en la segunda semana abril del 2022, con un consumo de 894 mil barriles.
Los datos oficiales muestran que durante la segunda semana de febrero, en México se consumieron 724 mil barriles diarios de gasolina, 67 mil barriles menos a lo consumido en la misma semana en 2019, cuando se tenía el máximo para esa semana.
La tendencia de consumo en 2023 se ubica por debajo a lo registrado antes de la llegada de COVID-19, pero por arriba a lo registrado en los últimos dos años, esto puede explicarse por los altos costos de los combustibles y la inflación.