La decisión de la OPEP de apuntalar los precios a corto plazo, confirma nuestra expectativa a mediano y largo plazo de un mercado más que suficientemente abastecido.
Por: Carsten Menke, director de investigación de Next Generation en Julius Baer.
Durante el fin de semana, Arabia Saudita y otros países de la OPEP+ decidieron reducir la producción de petróleo en más de 1 millón de barriles por día. Si bien los precios subieron ante las noticias, lo atribuimos principalmente a la cuadratura de posiciones en el mercado de futuros. En general, el recorte no cambia nuestra opinión sobre el mercado del petróleo, ya que la OPEP+ está actuando desde una posición de debilidad, no desde una posición de fortaleza. Si bien apuntala los precios a (muy) corto plazo, el recorte confirma nuestra expectativa a mediano y largo plazo de un mercado más que suficientemente abastecido. Los fundamentos apuntan a precios apuntan a que los precios del petróleo se situarán en los 70 dólares a largo plazo, por lo que mantenemos por ahora nuestra postura neutral.
El petróleo se disparó en las operaciones de la mañana de hoy (3 de abril), subiendo más de 8% durante la apertura del mercado, pero comenzó a ceder las ganancias con bastante rapidez. Atribuimos tal aumento principalmente a la cuadratura de posiciones en el mercado de futuros, sobre todo dado que los operadores especulativos a corto plazo han estado esperando cada vez más una caída adicional en los precios del petróleo, ya que los riesgos de recesión han comenzado a aumentar nuevamente.
¿El recorte cambia nuestra visión sobre el mercado del petróleo? No. Si bien apuntala los precios a (muy) corto plazo, el recorte confirma nuestra expectativa a mediano y largo plazo de un mercado más que suficientemente abastecido. Dicho de otra manera, el recorte de producción de la OPEP+ es una clara admisión de la debilidad del mercado y no proviene de una posición de fortaleza. La perspectiva cíclica exige una demanda de petróleo moderada en el mundo occidental, así como en China, ya que el contexto estructural de la transición energética, con el cambio a la movilidad eléctrica, eventualmente erosionará la demanda.
La producción de petróleo de Estados Unidos continúa creciendo y debería alcanzar un nuevo récord en 2023, mientras que el mercado se ha ajustado a que Rusia se ha convertido en un estado paria. La auto sanción, el embargo y el tope de precios han provocado un desvío trascendental de los flujos de petróleo ruso. El comercio de petróleo ruso se ha alejado en gran medida de la esfera de influencia de Occidente, aunque es probable que continúe a gran escala, incluso con precios por encima del tope. Además, los cuellos de botella comerciales deberían aliviarse, ya que todos los elementos, desde la logística hasta el financiamiento, se vuelven más eficientes con el tiempo.
Con la clara convicción de que los fundamentos del mercado, más que la geopolítica, dictan los precios, vemos que el petróleo se dirige hacia su equilibrio de mercado sostenible en el largo plazo, que ubicamos cerca de 70 dólares por barril.