La AIE llama a doblar los esfuerzos en ahorro de energía conseguidos en 2022.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) hizo un llamado a redoblar los esfuerzos de eficiencia energética conseguido en 2022 para reducir el cambio climático en esta década.
En un informe publicado ayer, la agencia asegura que el año pasado se mejoró la intensidad energética en 2.2%, en parte por la guerra en Ucrania, que elevó los precios de los hidrocarburos.
En Europa, la guerra provocó que el ahorro de energía se incrementará en 8%, sin embargo, por el suave invierno se calcula que la eficiencia energética fue del 4%.
El reporte de la AIE, asegura que, sin modificaciones en las políticas energéticas actuales, la progresión anual de esa eficiencia en el mundo para el periodo 2021-2030 sería de alrededor del 2.4% y la demanda de energía subiría a un ritmo del 1% anual.
Eso permitiría conseguir únicamente la mitad del ahorro de energía necesario para alcanzar el escenario de las cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) en 2050, que puede permitir un calentamiento climático de menos de dos grados.
La AIE llama a doblar los esfuerzos en ahorro de energía conseguidos en 2022.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) hizo un llamado a redoblar los esfuerzos de eficiencia energética conseguido en 2022 para reducir el cambio climático en esta década.
En un informe publicado ayer, la agencia asegura que el año pasado se mejoró la intensidad energética en 2.2%, en parte por la guerra en Ucrania, que elevó los precios de los hidrocarburos.
En Europa, la guerra provocó que el ahorro de energía se incrementará en 8%, sin embargo, por el suave invierno se calcula que la eficiencia energética fue del 4%.
El reporte de la AIE, asegura que, sin modificaciones en las políticas energéticas actuales, la progresión anual de esa eficiencia en el mundo para el periodo 2021-2030 sería de alrededor del 2.4% y la demanda de energía subiría a un ritmo del 1% anual.
Eso permitiría conseguir únicamente la mitad del ahorro de energía necesario para alcanzar el escenario de las cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) en 2050, que puede permitir un calentamiento climático de menos de dos grados.