Expertos coinciden en que para fortalecer a la CFE es necesaria la participación de las empresas privadas.
El fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene que estar cimentado en la planeación, innovación y en la participación público-privada y debe abordarse desde dos perspectivas: generar políticas públicas que mejoren al sector para otorgar mayores beneficios a los usuarios finales y favorecer mejores prácticas corporativas para apuntalarla como empresa.
Durante la realización del tercer panel del foro “Luz Limpia para todos los mexicanos” organizado por Coparmex con la finalidad de concentrar las aportaciones, análisis y propuestas de los expertos en el Plan Nacional de Energía que será propuesto por la sociedad y los empresarios, Carlos Aurelio Hernández, vicepresidente nacional de Energías Renovables de Coparmex apuntó la importancia de fortalecer a la empresa productiva del estado, pues solo en 2021, ésta registró pérdidas técnicas y no técnicas por 13 mil millones de pesos.
En su calidad de moderadora del encuentro, Ana Laura Ludlow, integrante de la comisión de Energía de la confederación, planteó a los ponentes Diana Pineda y Pedro Llado, asociados de González Calvillo; Santiago Barcón, CEO PQ Barcón; José Carlos Femat, socio fundador de AEE Sustentabilidad Energética y Viviana Patiño Alcalá, investigadora de México
Evalúa temas como la participación en la comisión en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), la reactivación de las subastas de largo plazo, la capacidad de las líneas de transmisión, entre otros, para robustecer a CFE en beneficio de todos los mexicanos en distintos sectores.
Al respecto, Diana Pineda consideró que, si se han visto intentos de política pública enfocados en ese objetivo, como el pliego petitorio difundido de manera no oficial en 2019 y en el que se enlistaban acciones administrativas, regulatorias y legislativas para hacerlo, muchas de las cuales fueron controvertidas y al final suspendidas. Lanzó el cuestionamiento de si es conveniente para los mexicanos tener una CFE fortalecida y si esto necesariamente significa el monopolio estatal y el rescate de los eslabones de la empresa productiva a costa -o no- de las finanzas del estado.
En ese sentido, Santiago Barcón subrayó “la máquina más grande que ha creado el hombre es el Sistema Eléctrico Interconectado”, de ahí que, es necesaria la planeación y un mayor involucramiento de la CFE en los procesos que CENACE manda a SENER para indicar dónde y cuándo hay que colocar terminales. Agregó además que “En 10 años no hemos crecido el sistema de transmisión, obviamente el destino nos alcanza”.
Para Viviana Patiño Alcalá, es fundamental tener claro que el centro de una política pública debe ser el consumidor y que hablar de fortalecer a CFE debe pasar por “hablar de su gobierno corporativo”, de la toma de decisiones y de tener claro que para que ésta alcance sus objetivos, debe apostarle a sus planes de negocio y a la innovación.
De acuerdo con José Carlos Femat, el MEM, que es pequeño en comparación con el tamaño de la economía y con otros países, podría ampliarse con la participación privada, para lo cual es primordial que existan reglas claras “El estado no puede solo, necesitamos que la Iniciativa Privada también participe y permita complementar, que no es sustituir al Estado en este gran objetivo que es proveer seguridad energética a la población mexicana cualquiera que sea su tamaño en la demanda”.
En cuanto a las subastas, Pedro Llado, sostuvo que éstas favorecieron al mercado, pues hicieron posible que los precios más bajos y competitivos surgieran de este ejercicio “con el cambio en la política energética en la que se dejó atrás las subastas, aunque el mecanismo sigue vigente en la ley, será importante que retomen esta práctica para continuar con el crecimiento del tema de la oferta de energía en la red y que sea renovable y eficiente. Esperaría que con el cambio de administración y si hay algún cambio en política energética, se retome este tema”.
En el diálogo, también se analizaron retos y desafíos de la generación distribuida para acceder a costos más competitivos o a proveer de energía a comunidades alejadas y ampliar la cobertura, pues de acuerdo con Viviana Patiño, “actualmente 13.5 millones de personas consumen leña o carbón en su hogar, señal de pobreza energética”.
En ese sentido, José Carlos Femat dijo que la CFE como proveedora de energía a empresas participantes del mercado podría tener entre sus beneficios una mayor estabilidad de precios y garantizar el suministro, mientras que los retos serían que esto no distorsione la competencia en el MEM, que los actores tengan las mismas oportunidades y garantizar la equidad en la participación.
Al respecto, Santiago Barcón enfatizó la necesidad no solo de llevar energía, sino de tener potencia “Es vital que haya potencia para hacer algo, para poner un refrigerador, bombeo o maquinaria que te permita salir de esta situación. Nada cambia tanto la vida como el acceso a la energía eléctrica, eso debería de estar claro en la agenda de reforma energética, sobre todo en un país en vías de desarrollo como el nuestro. Qué bueno que hay CELS, pero se nos olvidan los mexicanos que no tienen acceso a energía y un panel va a ser mejor, pero no les va a cambiar la vida”.
El panel “Fortalecimiento de CFE”, también provocó el análisis en cuanto al crecimiento de solo el 1 por ciento que han tenido las líneas de distribución en los últimos 10-12 años, mientras que la demanda se ha elevado a por lo menos el cuatro por ciento, así como el potencial de interconexión con los países vecinos, las oportunidades de almacenamiento de energía para impulsar la incorporación de renovables y la importancia del cumplimiento del Código de Red, en el que se busca que exista un piso parejo para los participantes en el mercado.