Se espera que los precios de los combustibles a nivel mundial aumenten en las próximas semanas.
El gobierno de Rusia ha impuesto una prohibición temporal a las exportaciones de gasolina y diésel hacia la mayoría de los países, excluyendo a cuatro naciones ex soviéticas, como medida inmediata para estabilizar su mercado interno.
La restricción no se aplica al suministro de combustible hacia Bielorrusia, Kazajstán, Armenia y Kirguistán.
Las restricciones temporales contribuirán a satisfacer la demanda interna de combustibles, lo que, a su vez, debería resultar en una disminución de los precios para los consumidores.
La prohibición es por tiempo indefinido, y las futuras acciones dependerán de la saturación del mercado, según Pavel Sorokin, el primer viceministro ruso de Energía, quien expresó: “Esperamos que el mercado sienta los efectos de esto de manera bastante rápida. Pero luego dependerá de la saturación del mercado y los resultados”.
En los últimos meses, Rusia ha enfrentado una escasez de gasolina y diésel, lo que ha llevado a un aumento significativo en los precios mayoristas del combustible. Sin embargo, los precios minoristas se han mantenido limitados como medida para controlar la inflación oficial.
Esta crisis ha tenido un impacto particularmente doloroso en algunas regiones del sur de Rusia, donde el combustible es esencial para la cosecha. La situación podría representar un desafío para el Kremlin, ya que se acercan las elecciones presidenciales en marzo.
Los comerciantes han argumentado que varios factores, como el mantenimiento de las refinerías de petróleo, los problemas logísticos en el transporte ferroviario y la debilidad del rublo, que incentiva las exportaciones de combustible, han afectado el mercado de combustibles en Rusia.