El gobierno de Países Bajos suspendió la extracción de gas debido al riesgo sísmico asociado con la extracción del gas.
Ayer, los Países Bajos suspendieron la extracción de metano del yacimiento de gas natural de Groninga, que es el más grande de Europa y uno de los diez más grandes del mundo, debido al riesgo sísmico asociado.
El gobierno había decidido previamente el desmantelamiento del yacimiento debido a los efectos secundarios de las extracciones de gas, que debilitaron el subsuelo de la región y causaron numerosos terremotos. Estos temblores afectaron a viviendas y edificios, llegando al punto de dejar algunas de ellas inhabitables.
A pesar de que la extracción se ha reducido al mínimo, el yacimiento todavía alberga 2 mil 800 millones de metros cúbicos de metano, lo que representa las mayores reservas de gas en Europa.
Este yacimiento era operado por una empresa conjunta entre la holandesa Shell y la estadounidense ExxonMobil, conocida como Nederlandse Aardolie Maatschappij (NAM).
En agosto de 2012, un terremoto de magnitud 3.6 en la escala de Richter en el pueblo de Huizinge marcó un punto de inflexión, ya que las autoridades no pudieron ignorar más el riesgo sísmico relacionado con la explotación del gas.
En 2018, el primer ministro Mark Rutte expresó el deseo del gobierno holandés de detener la extracción de gas en Groninga. La semana pasada, el consejo de ministros confirmó que el 1 de octubre sería la fecha final para la extracción.
Se espera que el cese de la producción no afecte el suministro en Bélgica. No obstante, se ha previsto la posibilidad de reanudar temporal y limitadamente la extracción en caso de una ola de frío intenso durante el invierno o una avería en una instalación de almacenamiento.
A partir del 1 de octubre de 2024, comenzarán los trabajos de desmantelamiento de todas las instalaciones.
El gobierno de Países Bajos suspendió la extracción de gas debido al riesgo sísmico asociado con la extracción del gas.
Ayer, los Países Bajos suspendieron la extracción de metano del yacimiento de gas natural de Groninga, que es el más grande de Europa y uno de los diez más grandes del mundo, debido al riesgo sísmico asociado.
El gobierno había decidido previamente el desmantelamiento del yacimiento debido a los efectos secundarios de las extracciones de gas, que debilitaron el subsuelo de la región y causaron numerosos terremotos. Estos temblores afectaron a viviendas y edificios, llegando al punto de dejar algunas de ellas inhabitables.
A pesar de que la extracción se ha reducido al mínimo, el yacimiento todavía alberga 2 mil 800 millones de metros cúbicos de metano, lo que representa las mayores reservas de gas en Europa.
Este yacimiento era operado por una empresa conjunta entre la holandesa Shell y la estadounidense ExxonMobil, conocida como Nederlandse Aardolie Maatschappij (NAM).
En agosto de 2012, un terremoto de magnitud 3.6 en la escala de Richter en el pueblo de Huizinge marcó un punto de inflexión, ya que las autoridades no pudieron ignorar más el riesgo sísmico relacionado con la explotación del gas.
En 2018, el primer ministro Mark Rutte expresó el deseo del gobierno holandés de detener la extracción de gas en Groninga. La semana pasada, el consejo de ministros confirmó que el 1 de octubre sería la fecha final para la extracción.
Se espera que el cese de la producción no afecte el suministro en Bélgica. No obstante, se ha previsto la posibilidad de reanudar temporal y limitadamente la extracción en caso de una ola de frío intenso durante el invierno o una avería en una instalación de almacenamiento.
A partir del 1 de octubre de 2024, comenzarán los trabajos de desmantelamiento de todas las instalaciones.