La OPEP y sus socios buscan reducir en un millón de barriles más la producción de petróleo en 2024.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios está considerando un nuevo recorte de producción de hasta 1 millón de barriles de petróleo por día, reportó el miércoles el diario Wall Street Journal.
La reunión semestral de los ministros de países miembros del grupo estaba programada inicialmente para el pasado domingo en la sede vienesa, pero fue pospuesta, generando especulaciones sobre desacuerdos entre los miembros.
Hasta ahora, la OPEP no ha comunicado las razones del aplazamiento ni la decisión de realizar la reunión de manera virtual en lugar de presencial, como se planeaba.
Los analistas anticipaban que este grupo de países, responsables de casi el 40 % de la oferta mundial de crudo, decidiría extender las fuertes reducciones en el suministro adoptadas para mantener los precios del petróleo, abarcando los primeros tres meses del próximo año.
Sin embargo, en los últimos días han surgido indicios de desacuerdo en torno a posibles ajustes en las bases de cálculo para las cuotas nacionales de producción de algunos países, que, de acordarse, entrarían en vigencia en enero próximo.
En caso de llegar a un acuerdo, estos ajustes podrían significar una profundización de los recortes actuales en la producción conjunta, que actualmente totalizan 4.96 millones de barriles diarios, equivalente al 5% de la oferta mundial de crudo.
Estos recortes se implementaron en varias etapas: en noviembre del año pasado se aplicó una reducción vinculante de 2 mbd, a la que se sumaron en abril otras reducciones voluntarias por un total de 1.66 millones de barriles. Además, en julio, Arabia Saudita dejó de bombear un millón de barriles diarios de manera voluntaria, y Rusia redujo las exportaciones petrolíferas en 300 mil barriles, también de forma voluntaria.
Hasta ahora, estas medidas solo han tenido parcialmente el efecto deseado de aumentar los precios del petróleo, ya que han sido contrarrestadas por factores bajistas, como los temores a que la inflación y el aumento de las tasas de interés frenen la demanda de energía.
La OPEP y sus socios buscan reducir en un millón de barriles más la producción de petróleo en 2024.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios está considerando un nuevo recorte de producción de hasta 1 millón de barriles de petróleo por día, reportó el miércoles el diario Wall Street Journal.
La reunión semestral de los ministros de países miembros del grupo estaba programada inicialmente para el pasado domingo en la sede vienesa, pero fue pospuesta, generando especulaciones sobre desacuerdos entre los miembros.
Hasta ahora, la OPEP no ha comunicado las razones del aplazamiento ni la decisión de realizar la reunión de manera virtual en lugar de presencial, como se planeaba.
Los analistas anticipaban que este grupo de países, responsables de casi el 40 % de la oferta mundial de crudo, decidiría extender las fuertes reducciones en el suministro adoptadas para mantener los precios del petróleo, abarcando los primeros tres meses del próximo año.
Sin embargo, en los últimos días han surgido indicios de desacuerdo en torno a posibles ajustes en las bases de cálculo para las cuotas nacionales de producción de algunos países, que, de acordarse, entrarían en vigencia en enero próximo.
En caso de llegar a un acuerdo, estos ajustes podrían significar una profundización de los recortes actuales en la producción conjunta, que actualmente totalizan 4.96 millones de barriles diarios, equivalente al 5% de la oferta mundial de crudo.
Estos recortes se implementaron en varias etapas: en noviembre del año pasado se aplicó una reducción vinculante de 2 mbd, a la que se sumaron en abril otras reducciones voluntarias por un total de 1.66 millones de barriles. Además, en julio, Arabia Saudita dejó de bombear un millón de barriles diarios de manera voluntaria, y Rusia redujo las exportaciones petrolíferas en 300 mil barriles, también de forma voluntaria.
Hasta ahora, estas medidas solo han tenido parcialmente el efecto deseado de aumentar los precios del petróleo, ya que han sido contrarrestadas por factores bajistas, como los temores a que la inflación y el aumento de las tasas de interés frenen la demanda de energía.