De acuerdo con Lula de Silva, Brasil quiere influir en las decisiones de la OPEP.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró este domingo desde Dubái que su país no será miembro de la OPEP “nunca”, sino que actuará como observador para influir en las decisiones de los países petroleros.
En la cumbre climática del sábado, Lula confirmó la participación de Brasil en la alianza de productores de petróleo OPEP+. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada por ser contradictoria con el discurso ambientalista que promulga Brasil.
En una rueda de prensa en Dubái, antes de dirigirse a Berlín para iniciar una visita oficial, el presidente brasileño negó la existencia de tal contradicción y afirmó que el objetivo de Brasil es “influir”.
Lula sostuvo que los países con recursos financieros, como los grandes productores de petróleo, deben colaborar con naciones en desarrollo para financiar proyectos basados en fuentes de energía renovable, como la solar, eólica o el hidrógeno verde.
“Es cierto que necesitamos reducir el uso de combustibles fósiles, pero también es cierto que necesitamos crear alternativas. Antes que el sectarismo, es necesario ofrecer opciones a la humanidad”, expresó a la prensa.
Brasil, actualmente el mayor productor de petróleo en Latinoamérica, se convertirá en el vigésimo cuarto socio de la OPEP+ y el tercer país de la región, junto a México y Venezuela. Cabe destacar que Venezuela fue uno de los cinco países fundadores de la OPEP en 1960 y actualmente cuenta con las mayores reservas de crudo a nivel mundial.
De acuerdo con Lula de Silva, Brasil quiere influir en las decisiones de la OPEP.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró este domingo desde Dubái que su país no será miembro de la OPEP “nunca”, sino que actuará como observador para influir en las decisiones de los países petroleros.
En la cumbre climática del sábado, Lula confirmó la participación de Brasil en la alianza de productores de petróleo OPEP+. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada por ser contradictoria con el discurso ambientalista que promulga Brasil.
En una rueda de prensa en Dubái, antes de dirigirse a Berlín para iniciar una visita oficial, el presidente brasileño negó la existencia de tal contradicción y afirmó que el objetivo de Brasil es “influir”.
Lula sostuvo que los países con recursos financieros, como los grandes productores de petróleo, deben colaborar con naciones en desarrollo para financiar proyectos basados en fuentes de energía renovable, como la solar, eólica o el hidrógeno verde.
“Es cierto que necesitamos reducir el uso de combustibles fósiles, pero también es cierto que necesitamos crear alternativas. Antes que el sectarismo, es necesario ofrecer opciones a la humanidad”, expresó a la prensa.
Brasil, actualmente el mayor productor de petróleo en Latinoamérica, se convertirá en el vigésimo cuarto socio de la OPEP+ y el tercer país de la región, junto a México y Venezuela. Cabe destacar que Venezuela fue uno de los cinco países fundadores de la OPEP en 1960 y actualmente cuenta con las mayores reservas de crudo a nivel mundial.