Las deudas que Pemex mantiene con proveedores se calculan que suman más de 140 mil millones de pesos a finales de diciembre de 2023.
Empresarios del sector energético se enfrentan a una situación crítica y se encuentran al borde de la quiebra debido al incumplimiento de pago por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) a sus proveedores.
La empresa productiva del estado no ha hecho pública su información de pago a proveedores desde el mes de octubre, cuando se adeudaban más de 96 mil millones de pesos a sus proveedores y contratistas, lo que hace pensar que las obligaciones de pago se sitúan oficialmente por arriba de los 140 mil millones de pesos.
Gonzalo Hernández Pérez, presidente del Clúster de Energía del Estado de Campeche, reveló que la falta de claridad en relación al pago ha llevado a la suspensión de servicios por parte de muchos proveedores.
A pesar de las gestiones realizadas por la gobernadora de ese estado, Layda Elena Sansores San Román, ante el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, la situación persiste.
Los empresarios expresan su preocupación, ya que solo han recibido promesas de la petrolera nacional sobre un próximo pago, el cual no se materializa, afectando el cumplimiento de compromisos como el pago de aguinaldos y bonos de fin de año.
Ante el impago, algunas empresas del sector energético han optado por dejar de brindar servicios directos a la petrolera nacional y están buscando subcontratar con los proveedores de la empresa, quienes sufren la misma situación de impago.
Hernández Pérez afirmó que continuarán las gestiones con el Gobierno del Estado y con Pemex para impulsar la dispersión de recursos en las próximas semanas, buscando aliviar la situación financiera de los proveedores petroleros.
La situación genera incertidumbre en el sector empresarial local, ya que la falta de pagos por parte de Pemex no solo afecta a las empresas proveedoras directas sino que tiene un efecto dominó en toda la cadena de suministro. Además, se cuestiona la ausencia de un diálogo directo que permita encontrar soluciones y establecer planes de pago que brinden estabilidad a las empresas afectadas.
Las deudas que Pemex mantiene con proveedores se calculan que suman más de 140 mil millones de pesos a finales de diciembre de 2023.
Empresarios del sector energético se enfrentan a una situación crítica y se encuentran al borde de la quiebra debido al incumplimiento de pago por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) a sus proveedores.
La empresa productiva del estado no ha hecho pública su información de pago a proveedores desde el mes de octubre, cuando se adeudaban más de 96 mil millones de pesos a sus proveedores y contratistas, lo que hace pensar que las obligaciones de pago se sitúan oficialmente por arriba de los 140 mil millones de pesos.
Gonzalo Hernández Pérez, presidente del Clúster de Energía del Estado de Campeche, reveló que la falta de claridad en relación al pago ha llevado a la suspensión de servicios por parte de muchos proveedores.
A pesar de las gestiones realizadas por la gobernadora de ese estado, Layda Elena Sansores San Román, ante el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, la situación persiste.
Los empresarios expresan su preocupación, ya que solo han recibido promesas de la petrolera nacional sobre un próximo pago, el cual no se materializa, afectando el cumplimiento de compromisos como el pago de aguinaldos y bonos de fin de año.
Ante el impago, algunas empresas del sector energético han optado por dejar de brindar servicios directos a la petrolera nacional y están buscando subcontratar con los proveedores de la empresa, quienes sufren la misma situación de impago.
Hernández Pérez afirmó que continuarán las gestiones con el Gobierno del Estado y con Pemex para impulsar la dispersión de recursos en las próximas semanas, buscando aliviar la situación financiera de los proveedores petroleros.
La situación genera incertidumbre en el sector empresarial local, ya que la falta de pagos por parte de Pemex no solo afecta a las empresas proveedoras directas sino que tiene un efecto dominó en toda la cadena de suministro. Además, se cuestiona la ausencia de un diálogo directo que permita encontrar soluciones y establecer planes de pago que brinden estabilidad a las empresas afectadas.