La AIE anticipa menor crecimiento de demanda y desafíos en producción. Enfoque en China, India, Brasil y riesgos geopolíticos destacados.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé una desaceleración en la demanda global de petróleo para este año, estimando un crecimiento de 1.2 millones de barriles diarios, una disminución notable respecto al aumento de 2.3 millones de barriles diarios registrado en 2023.
Con una demanda media que cerró el año pasado en 101,8 millones de barriles diarios, se anticipa que en 2024 esta cifra alcance los 103 millones. Este menor crecimiento se atribuye a una ralentización ya observada en el último trimestre de 2023, especialmente marcada por una caída significativa en la demanda china de 500 mil barriles diarios.
El informe mensual de la AIE destaca que China, India y Brasil serán los principales impulsores del crecimiento de la demanda, a pesar de las economías de los países de la OCDE, que experimentarán un incremento “tibio” debido a la desaceleración económica.
Por otro lado, la producción global de petróleo sufrió una caída en enero de 1.4 millones de barriles diarios, influenciada por condiciones climáticas extremas en Norteamérica, recortes voluntarios en la producción por parte de la OPEP y sus aliados, y un aumento en las tensiones en Oriente Medio.
Además, la AIE alertó sobre los riesgos de tránsito por el Mar Rojo y cómo el desvío del tráfico de petroleros ha complicado las cadenas de suministro entre Asia y Europa, afectando los flujos hacia el Atlántico.
Sin embargo, se espera que la extracción a niveles récord en Estados Unidos, Brasil, Guayana y Canadá compense la reducción de la oferta de la OPEP+, con un incremento previsto de 1.6 millones de barriles diarios en 2024.
La disminución de las existencias mundiales de petróleo en enero, alcanzando su nivel más bajo desde 2016, junto con los crecientes riesgos geopolíticos, subraya la preocupación por la volatilidad del mercado. La AIE observa un aumento de precios en enero, influido tanto por conflictos en Oriente Medio como por interrupciones en la producción norteamericana.
Finalmente, las exportaciones rusas de crudo se mantuvieron estables, aunque los recientes ataques ucranianos a instalaciones petrolíferas rusas podrían impactar significativamente en el mercado si las reparaciones se prolongan.
La AIE anticipa menor crecimiento de demanda y desafíos en producción. Enfoque en China, India, Brasil y riesgos geopolíticos destacados.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé una desaceleración en la demanda global de petróleo para este año, estimando un crecimiento de 1.2 millones de barriles diarios, una disminución notable respecto al aumento de 2.3 millones de barriles diarios registrado en 2023.
Con una demanda media que cerró el año pasado en 101,8 millones de barriles diarios, se anticipa que en 2024 esta cifra alcance los 103 millones. Este menor crecimiento se atribuye a una ralentización ya observada en el último trimestre de 2023, especialmente marcada por una caída significativa en la demanda china de 500 mil barriles diarios.
El informe mensual de la AIE destaca que China, India y Brasil serán los principales impulsores del crecimiento de la demanda, a pesar de las economías de los países de la OCDE, que experimentarán un incremento “tibio” debido a la desaceleración económica.
Por otro lado, la producción global de petróleo sufrió una caída en enero de 1.4 millones de barriles diarios, influenciada por condiciones climáticas extremas en Norteamérica, recortes voluntarios en la producción por parte de la OPEP y sus aliados, y un aumento en las tensiones en Oriente Medio.
Además, la AIE alertó sobre los riesgos de tránsito por el Mar Rojo y cómo el desvío del tráfico de petroleros ha complicado las cadenas de suministro entre Asia y Europa, afectando los flujos hacia el Atlántico.
Sin embargo, se espera que la extracción a niveles récord en Estados Unidos, Brasil, Guayana y Canadá compense la reducción de la oferta de la OPEP+, con un incremento previsto de 1.6 millones de barriles diarios en 2024.
La disminución de las existencias mundiales de petróleo en enero, alcanzando su nivel más bajo desde 2016, junto con los crecientes riesgos geopolíticos, subraya la preocupación por la volatilidad del mercado. La AIE observa un aumento de precios en enero, influido tanto por conflictos en Oriente Medio como por interrupciones en la producción norteamericana.
Finalmente, las exportaciones rusas de crudo se mantuvieron estables, aunque los recientes ataques ucranianos a instalaciones petrolíferas rusas podrían impactar significativamente en el mercado si las reparaciones se prolongan.