China logra perforación profunda en Cuenca de Tarim, avanzando en tecnología propia y exploración geológica con el pozo Shenditake 1.
China ha completado la perforación de un pozo vertical excepcional de 10 mil metros de profundidad en el oeste del país, marcando un hito en su industria petrolera.
El pozo, denominado Shenditake 1, ubicado en la Cuenca de Tarim, representa un logro comparado por Jia Chengzao, miembro destacado de la Academia de Ciencias de China, con eventos significativos como el aterrizaje de Chang’e en la Luna y la exploración submarina de Jiaolong.
Este avance refleja el compromiso de China con el desarrollo de tecnologías propias en los sectores petrolero y gasífero, subrayando la importancia de la independencia energética para el país. La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia orientada a potenciar las capacidades de exploración de China y profundizar el conocimiento geológico del subsuelo.
Se anticipa que los datos recabados de la perforación del Shenditake 1 proporcionarán información crucial sobre la geología y los recursos de la región, además de contribuir al progreso científico en la comprensión de fenómenos geológicos y la evolución terrestre.
Antes de este proyecto, el récord de la perforación terrestre más profunda en Asia lo tenía otro pozo de Sinopec en la misma cuenca del Tarim, con una profundidad de 8 mil 937.77 metros. Mientras tanto, el récord mundial de la perforación más profunda pertenece al pozo de Kola, en Rusia, que alcanzó los 12 mil 262 metros en 1992.
China logra perforación profunda en Cuenca de Tarim, avanzando en tecnología propia y exploración geológica con el pozo Shenditake 1.
China ha completado la perforación de un pozo vertical excepcional de 10 mil metros de profundidad en el oeste del país, marcando un hito en su industria petrolera.
El pozo, denominado Shenditake 1, ubicado en la Cuenca de Tarim, representa un logro comparado por Jia Chengzao, miembro destacado de la Academia de Ciencias de China, con eventos significativos como el aterrizaje de Chang’e en la Luna y la exploración submarina de Jiaolong.
Este avance refleja el compromiso de China con el desarrollo de tecnologías propias en los sectores petrolero y gasífero, subrayando la importancia de la independencia energética para el país. La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia orientada a potenciar las capacidades de exploración de China y profundizar el conocimiento geológico del subsuelo.
Se anticipa que los datos recabados de la perforación del Shenditake 1 proporcionarán información crucial sobre la geología y los recursos de la región, además de contribuir al progreso científico en la comprensión de fenómenos geológicos y la evolución terrestre.
Antes de este proyecto, el récord de la perforación terrestre más profunda en Asia lo tenía otro pozo de Sinopec en la misma cuenca del Tarim, con una profundidad de 8 mil 937.77 metros. Mientras tanto, el récord mundial de la perforación más profunda pertenece al pozo de Kola, en Rusia, que alcanzó los 12 mil 262 metros en 1992.