Pemex invertirá 680 millones de dólares en trabajos de exploración cerca del campo Trión, mientras empresas privadas abandonan la zona por bajos recursos prospectivos.
La agencia calificadora Standard & Poor’s expresó dudas sobre el plan de inversión anunciado por Petróleos Mexicanos (Pemex) de 680 millones de dólares en bloques cercanos al campo de aguas profundas Trión en el Golfo de México, especialmente en un contexto donde empresas privadas se retiran de esa área por la escasez de recursos detectada, como es el caso de Shell, Petronas y Total.
El 27 de febrero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó la petición de Pemex para ajustar sus programas de exploración en siete bloques en la cuenca Perdido del Golfo de México, cercanos a la frontera marítima con Estados Unidos y alrededor del campo Trión, el único proyecto de aguas ultraprofundas del país, según señaló S&P.
Se anticipa que Trión, actualmente en desarrollo por Woodside Energy en asociación con la empresa productiva del estado, comience su producción en 2028, esperando alcanzar un pico de producción de más de 100 mil barriles diarios.
De acuerdo al análisis de S&P, la empresa productiva del estado planea una inversión de 680 millones de dólares en exploración en la región de Perdido en el Golfo de México, una zona que había sido dejada de lado tras una directiva presidencial para enfocarse en yacimientos terrestres y de aguas someras.
La exploración de los siete bloques, que suman un área de 6 mil 372 kilómetros cuadrados, está programada para finales de 2025 y 2026, coincidiendo con el cambio de administración presidencial en México. Este movimiento se produce en un momento en que varias empresas privadas están abandonando sus operaciones en el área.
Empresas como bp, Shell, CNOOC, Chevron, Repsol, y Petronas han desistido de sus derechos de exploración en el área de Perdido y otras áreas de aguas profundas del Golfo de México, argumentando que los recursos encontrados no justifican la alta inversión que se necesita para su desarrollo.