Líderes de Catar y Arabia Saudita afirman que el mundo seguirá necesitando petróleo y gas a corto plazo, a pesar del impulso hacia energías renovables.
Durante una reunión especial del Foro Económico Mundial en Riad, destacados representantes de Catar y Arabia Saudita, dos de los principales productores de combustibles, defendieron la continuidad de los combustibles fósiles en el panorama energético a corto plazo, a pesar de las crecientes presiones para una transición hacia energías más verdes. Saad Al Kaabi, ministro de Estado de Energía de Catar y presidente ejecutivo de Qatar Energy, y Salman bin Abdelaziz, ministro de Energía saudita, subrayaron que el mundo seguirá dependiendo del petróleo y el gas debido a su asequibilidad y accesibilidad en comparación con las alternativas renovables.
Al Kaabi criticó la demonización de los productores de petróleo y gas y advirtió que los costos asociados con la transición energética recaerán inevitablemente en los consumidores. Mientras, Abdelaziz resaltó que una gran parte de la población mundial, especialmente aquellos que viven en pobreza energética, no pueden optar libremente por fuentes de energía renovables debido a su costo y accesibilidad limitados.
En el mismo evento, Kadri Simson, comisaria de Energía de la Unión Europea, enfatizó los esfuerzos europeos para reducir la dependencia del gas ruso, destacando una reducción del 18% en el uso de gas en la región. Sin embargo, reconoció la necesidad de mantener opciones energéticas transitorias, como el gas natural y la energía nuclear, para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones.
Darren Woods, director general de Exxon, y Vicki Hollub, directora general de Occidental Petroleum, coincidieron en la importancia de gestionar las emisiones actuales y futuras. Hollub propuso la descarbonización del petróleo y la inversión en técnicas avanzadas para la captura y almacenamiento de CO2, mientras que Woods subrayó la necesidad de contabilizar y minimizar las emisiones sin renunciar a los productos derivados del petróleo y gas, esenciales para mantener el estándar de vida actual.
Líderes de Catar y Arabia Saudita afirman que el mundo seguirá necesitando petróleo y gas a corto plazo, a pesar del impulso hacia energías renovables.
Durante una reunión especial del Foro Económico Mundial en Riad, destacados representantes de Catar y Arabia Saudita, dos de los principales productores de combustibles, defendieron la continuidad de los combustibles fósiles en el panorama energético a corto plazo, a pesar de las crecientes presiones para una transición hacia energías más verdes. Saad Al Kaabi, ministro de Estado de Energía de Catar y presidente ejecutivo de Qatar Energy, y Salman bin Abdelaziz, ministro de Energía saudita, subrayaron que el mundo seguirá dependiendo del petróleo y el gas debido a su asequibilidad y accesibilidad en comparación con las alternativas renovables.
Al Kaabi criticó la demonización de los productores de petróleo y gas y advirtió que los costos asociados con la transición energética recaerán inevitablemente en los consumidores. Mientras, Abdelaziz resaltó que una gran parte de la población mundial, especialmente aquellos que viven en pobreza energética, no pueden optar libremente por fuentes de energía renovables debido a su costo y accesibilidad limitados.
En el mismo evento, Kadri Simson, comisaria de Energía de la Unión Europea, enfatizó los esfuerzos europeos para reducir la dependencia del gas ruso, destacando una reducción del 18% en el uso de gas en la región. Sin embargo, reconoció la necesidad de mantener opciones energéticas transitorias, como el gas natural y la energía nuclear, para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones.
Darren Woods, director general de Exxon, y Vicki Hollub, directora general de Occidental Petroleum, coincidieron en la importancia de gestionar las emisiones actuales y futuras. Hollub propuso la descarbonización del petróleo y la inversión en técnicas avanzadas para la captura y almacenamiento de CO2, mientras que Woods subrayó la necesidad de contabilizar y minimizar las emisiones sin renunciar a los productos derivados del petróleo y gas, esenciales para mantener el estándar de vida actual.