Los ciberataques a Pemex aumentaron 236% en 2022-2023, destacando la urgencia de reforzar la ciberseguridad frente a amenazas que comprometen la seguridad nacional.
Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta numerosos desafíos, incluyendo problemas financieros, ordeña de ductos, litigios, accidentes, derrames, retrasos en obras, y un marcado incremento en los intentos de ciberataques.
De acuerdo con datos de la misma empresa productiva del estado, los intentos de ciberataques a la empresa se triplicaron en el período 2022-2023, con un total de mil 904 millones de intentos, lo que representa un crecimiento del 236% y equivale a 2.6 millones de casos por día.
Comparativamente, entre 2020 y 2021, Pemex registró 565 millones de intentos de ciberataques, aproximadamente 775,000 casos diarios. En el bienio 2017-2018, la cifra fue considerablemente menor, con solo 121 millones de ciberataques, o 165,000 por día. A pesar de una disminución en los intentos de ciberataques en 2023 respecto a 2022, pasando de 1,135 millones a 769 millones, la amenaza de los ciberdelincuentes sigue siendo una preocupación constante para la empresa.
Este aumento en los ciberataques es particularmente preocupante dado el antecedente del hackeo que sufrió Pemex en 2019. En aquel incidente, la empresa fue blanco de un ataque de ransomware que afectó 5% de sus equipos informáticos personales, lo cual llevó a la compañía a desconectar sus sistemas críticos para contener la propagación del malware. Aunque Pemex aseguró que la producción y suministro de combustible no se vieron afectados, el ataque subrayó la vulnerabilidad de sus sistemas.
Juan Manuel Aguilar Antonio, vicepresidente de Ciberseguridad en el Consejo de Datos y Tecnologías Emergentes (Cdetech), ha enfatizado la importancia de que Pemex refuerce su seguridad cibernética. Según Aguilar, los sistemas de la petrolera son altamente susceptibles al robo, presentando un riesgo significativo tanto para la seguridad nacional como para la seguridad de la información de sus proveedores, clientes y su infraestructura crítica, como los gasoductos.
Los ciberataques a Pemex aumentaron 236% en 2022-2023, destacando la urgencia de reforzar la ciberseguridad frente a amenazas que comprometen la seguridad nacional.
Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta numerosos desafíos, incluyendo problemas financieros, ordeña de ductos, litigios, accidentes, derrames, retrasos en obras, y un marcado incremento en los intentos de ciberataques.
De acuerdo con datos de la misma empresa productiva del estado, los intentos de ciberataques a la empresa se triplicaron en el período 2022-2023, con un total de mil 904 millones de intentos, lo que representa un crecimiento del 236% y equivale a 2.6 millones de casos por día.
Comparativamente, entre 2020 y 2021, Pemex registró 565 millones de intentos de ciberataques, aproximadamente 775,000 casos diarios. En el bienio 2017-2018, la cifra fue considerablemente menor, con solo 121 millones de ciberataques, o 165,000 por día. A pesar de una disminución en los intentos de ciberataques en 2023 respecto a 2022, pasando de 1,135 millones a 769 millones, la amenaza de los ciberdelincuentes sigue siendo una preocupación constante para la empresa.
Este aumento en los ciberataques es particularmente preocupante dado el antecedente del hackeo que sufrió Pemex en 2019. En aquel incidente, la empresa fue blanco de un ataque de ransomware que afectó 5% de sus equipos informáticos personales, lo cual llevó a la compañía a desconectar sus sistemas críticos para contener la propagación del malware. Aunque Pemex aseguró que la producción y suministro de combustible no se vieron afectados, el ataque subrayó la vulnerabilidad de sus sistemas.
Juan Manuel Aguilar Antonio, vicepresidente de Ciberseguridad en el Consejo de Datos y Tecnologías Emergentes (Cdetech), ha enfatizado la importancia de que Pemex refuerce su seguridad cibernética. Según Aguilar, los sistemas de la petrolera son altamente susceptibles al robo, presentando un riesgo significativo tanto para la seguridad nacional como para la seguridad de la información de sus proveedores, clientes y su infraestructura crítica, como los gasoductos.