Cuba recibe más de 684 mil barriles de petróleo ruso, enfrentando cortes eléctricos severos.
Cuba ha recibido de Rusia un cargamento con más de 684 mil barriles de petróleo, en la base de Matanzas, como parte de los esfuerzos para mitigar la severa crisis energética que enfrenta la isla caribeña.
Este sería el segundo envío significativo de crudo desde Moscú a La Habana, siguiendo al de marzo que incluyó 650 mil barriles.
Actualmente, Cuba enfrenta una crisis energética que ha provocado extensas interrupciones en el servicio eléctrico de hasta 10 horas al día.
Los envíos se producen en el marco de relaciones fortalecidas por visitas de alto nivel entre los dos países, incluyendo la reciente visita del ministro de Comercio Exterior de Cuba a Rusia, donde se acordó un nuevo préstamo para asegurar el suministro de petróleo y otros recursos esenciales.
Este apoyo llega en un momento crítico para Cuba, que ha visto disminuidas sus importaciones de crudo, especialmente de aliados tradicionales como Venezuela y Rusia, exacerbando los desafíos en la generación de electricidad en la isla.
Cuba recibe más de 684 mil barriles de petróleo ruso, enfrentando cortes eléctricos severos.
Cuba ha recibido de Rusia un cargamento con más de 684 mil barriles de petróleo, en la base de Matanzas, como parte de los esfuerzos para mitigar la severa crisis energética que enfrenta la isla caribeña.
Este sería el segundo envío significativo de crudo desde Moscú a La Habana, siguiendo al de marzo que incluyó 650 mil barriles.
Actualmente, Cuba enfrenta una crisis energética que ha provocado extensas interrupciones en el servicio eléctrico de hasta 10 horas al día.
Los envíos se producen en el marco de relaciones fortalecidas por visitas de alto nivel entre los dos países, incluyendo la reciente visita del ministro de Comercio Exterior de Cuba a Rusia, donde se acordó un nuevo préstamo para asegurar el suministro de petróleo y otros recursos esenciales.
Este apoyo llega en un momento crítico para Cuba, que ha visto disminuidas sus importaciones de crudo, especialmente de aliados tradicionales como Venezuela y Rusia, exacerbando los desafíos en la generación de electricidad en la isla.