En 18 años de trayectoria, Karina Martínez ha participado en una docena de proyectos retadores que le han dejado grandes satisfacciones. El más reciente de ellos, la Refinería Dos Bocas.
En 18 años de carrera, Karina Minerva Martínez Pérez ha dejado su huella en una docena de proyectos desafiantes, culminando recientemente con su participación en la Refinería Dos Bocas. Martínez eligió estudiar Ingeniería Química en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su pasión por la ingeniería y la construcción la ha llevado a convertirse en una figura destacada en su campo, asumiendo el rol de Commissioning & Start-Up Manager para tres plantas dentro de la Refinería Dos Bocas.
Originaria de la Ciudad de México, Martínez se describe a sí misma como una “ciudadana del mundo”, una identidad forjada a través de 18 años de participación en proyectos internacionales. Actualmente, está a cargo de la puesta en marcha de las plantas de Tratamiento de Aguas Amargas, Regeneración de Aminas y Tratamiento de Efluentes en Dos Bocas, Tabasco.
Su interés por la Ingeniería Química surgió de su herencia familiar en medicina, particularmente de su fascinación por la química.
Esta curiosidad inicial la llevó a profundizar en cómo los ingenieros químicos satisfacen las necesidades de la humanidad a través de un enfoque en los procesos. Con un deseo de contribuir a un mundo mejor, Martínez amplió sus estudios con una maestría en Ingeniería Ambiental. Su carrera profesional comenzó en Techint E&C, donde rápidamente demostró su potencial y se embarcó en un viaje que la ha llevado a trabajar en proyectos significativos en ingeniería y más allá.
“Vengo de una familia de médicos especialistas y lo que heredé de ellos fue el interés por la química. Inicialmente, quería ser química, empecé a investigar y me interesó mucho más lo que hacían los ingenieros químicos, cómo ayudan a satisfacer las necesidades de la humanidad a través de un enfoque en los procesos”, explicó Martínez.
“Al terminar mi carrera, traía ese tema de querer ayudar a mejorar al mundo, y por eso, estudié una maestría en Ingeniería Ambiental. Cuando terminé los estudios, estaba buscando dónde hacer mis prácticas, conocí a Techint E&C, y ahí comenzó mi historia como ingeniera de procesos”.
Durante su extensa carrera en Techint E&C, Martínez ha transitado desde el área de Ingeniería, donde se enfocó en identificar y definir mejoras en los procesos, hasta participar en la puesta en marcha de proyectos.
Ha estado involucrada en una variedad de proyectos, incluyendo gasoductos en México y Costa Rica, plantas de tratamiento y termoeléctricas, demostrando su habilidad para enfrentar y superar retos en cada fase de su carrera. La evolución de su carrera refleja un creciente entusiasmo y compromiso con cada nuevo desafío, desde la ingeniería básica hasta el comisionamiento y la puesta en marcha de proyectos.
Martínez valora profundamente la oportunidad de ver un proyecto desde su concepción hasta su finalización exitosa, destacando la satisfacción que le brinda asegurarse de que todas las piezas encajen y funcionen como se planeó. Para ella, la participación en las fases finales de un proyecto no solo presenta riesgos y desafíos, sino también grandes satisfacciones.
Su experiencia demuestra la importancia del aprendizaje constante y del trabajo en equipo para alcanzar el éxito en proyectos complejos. Martínez anima a las nuevas generaciones de mujeres ingenieras a no temer enfrentar los retos de la carrera, subrayando que ser mujer no es una limitante en la industria. Su trayectoria es un testimonio de respeto y reconocimiento por parte de colegas y superiores, independientemente del género, y un ejemplo inspirador de crecimiento profesional sin límites.