Pemex podría poner a la venta de 300 campos petroleros marginales para impulsar ingresos y eficiencia, según análisis de Welligence.
Petróleos Mexicanos (Pemex) cuenta con la opción de enajenar 300 campos petroleros cuya producción diaria de crudo es inferior a los 17 mil barriles cada uno, lo que podría generar ingresos por un total de 164 mil millones de dólares, según revela un análisis realizado por la firma Welligence.
“La compañía petrolera enfrenta una coyuntura crítica que arrastra consigo a México hacia una espiral negativa. Es imperativo implementar un cambio radical, y desinvertir en partes menos fundamentales de Pemex puede contribuir a hacerla más eficiente”, indica el informe.
La ejecución de este plan podría derivar en ingresos de 17 mil millones de dólares por transacciones y 147 mil millones en concepto de regalías e impuestos, en contraposición a una deuda neta de Pemex que asciende a 106 mil millones de dólares.
“Incluso con la venta de la mitad de estos activos, se obtendrían 82 mil millones de dólares en recursos adicionales”, subraya el análisis.
Welligence sugiere que Pemex tiene la capacidad de monetizar esos 300 campos marginales, excluyendo a Chicontepec. La parte menos valiosa del portafolio representa únicamente el 15 por ciento del valor total, pero alberga el 25 por ciento de las reservas 2P, que suman 2.6 mil millones de barriles de petróleo equivalente.
“Esta disparidad indica un potencial sin explotar que podría activarse a través de inversiones privadas”, explica.
De implementarse este plan, Pemex podría aprovechar la infraestructura existente como centros de operaciones para facilitar el desarrollo de descubrimientos cercanos, tanto propios como de terceros, en condiciones de mercado favorables.
Además, Pemex podría mantener en su posesión ciertos campos de importancia estratégica, evitando así una extensión excesiva como ha ocurrido en el pasado.
Se argumenta que debido a sus desafíos financieros, Pemex no ha logrado cumplir con sus compromisos de exploración en sus asignaciones. La Secretaría de Energía (SENER) ha reducido sus obligaciones y otorgado nuevas asignaciones para que Pemex pueda mantener estas áreas.
“Es crucial que Pemex se asocie con empresas privadas o devuelva al Estado bloques de exploración donde su actividad será limitada. Esto es esencial para aprovechar los recursos prospectivos del país”, se destaca.
Se señala que los desafíos de Pemex van más allá de las cuestiones fiscales, ya que aunque el Derecho de Utilidad Compartida (DUC) se redujo al 35% en 2024, en contraste con el 70-86 por ciento que pagan los operadores privados, las principales ineficiencias surgen de la gestión de cientos de campos marginales dispersos.
“Estos campos, bajo la gestión de operadores más eficientes, representan una oportunidad significativa para atraer inversiones. Es importante recordar que el gobierno suele recibir entre el 70% y el 90% de las utilidades en los contratos firmados con empresas privadas”, se subraya.
La estrategia de desinversión en Pemex busca establecer alianzas estratégicas que preserven la soberanía sobre las reservas, atrayendo inversiones mediante garantías competitivas y un mercado abierto para los hidrocarburos, sin descuidar los intereses nacionales, se afirma.
“Al establecer condiciones que fomenten la inversión privada y reconozcan las contribuciones a través de mecanismos como la recuperación de costos, se promueve un uso eficiente de la infraestructura y un sistema regulatorio ágil”, se argumenta.
“Esto asegura pagos oportunos y condiciones de mercado equitativas en la comercialización de los hidrocarburos, fortaleciendo a Pemex sin comprometer la propiedad última de los recursos”, se añade.