La contingencia ambiental en el Valle de México afecta al sector energético, limitando operaciones en refinerías, centrales termoeléctricas y gasolineras para reducir emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) decretó contingencia ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, en fase 1, desde el lunes y se mantiene este miércoles, debido a la mala calidad del aire.
Esta contingencia tiene un impacto en el sector energético, con diversas restricciones que afectan su operación.
En el sector industrial, la Refinería de Tula en Hidalgo debe operar a no más del 75% de su capacidad total, reduciendo la capacidad de combustión en calentadores a fuego directo y calderas en plantas de proceso y fuerza, según las recomendaciones de la CAMe.
Las industrias manufactureras con procesos que generan precursores de ozono deben reducir sus emisiones en un 40% y suspender actividades de mantenimiento, limpieza y desengrase que produzcan emisiones fugitivas de compuestos orgánicos volátiles (COV).
La Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” en Tula también está sujeta a restricciones, debiendo reducir el consumo de combustóleo en un 30%. Además, las actividades de combustión para la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos artesanales están suspendidas.
En cuanto a la distribución de gas L.P., el 20% de las estaciones de carburación deben suspender sus actividades, excepto aquellas que cuenten con válvulas de desconexión seca. La misma restricción aplica a las plantas de distribución de gas L.P., que deben detener el trasvase de combustible, llenado de autotanques y cilindros en un 20%, salvo las que tengan válvulas de desconexión seca.
Las estaciones de servicio (gasolineras) también están afectadas, con un 20% de ellas obligadas a suspender operaciones, a menos que cuenten con un sistema de recuperación de vapores con una eficiencia mínima del 90%, según el último dictamen de operación vigente.
Estas medidas reflejan el esfuerzo por reducir las emisiones contaminantes durante la contingencia ambiental, pero también subrayan el impacto directo en la operación y capacidad del sector energético en la región. La reducción de actividades en estas áreas es esencial para mejorar la calidad del aire, aunque implica desafíos operativos y económicos significativos para las empresas involucradas.
La contingencia ambiental en el Valle de México afecta al sector energético, limitando operaciones en refinerías, centrales termoeléctricas y gasolineras para reducir emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) decretó contingencia ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, en fase 1, desde el lunes y se mantiene este miércoles, debido a la mala calidad del aire.
Esta contingencia tiene un impacto en el sector energético, con diversas restricciones que afectan su operación.
En el sector industrial, la Refinería de Tula en Hidalgo debe operar a no más del 75% de su capacidad total, reduciendo la capacidad de combustión en calentadores a fuego directo y calderas en plantas de proceso y fuerza, según las recomendaciones de la CAMe.
Las industrias manufactureras con procesos que generan precursores de ozono deben reducir sus emisiones en un 40% y suspender actividades de mantenimiento, limpieza y desengrase que produzcan emisiones fugitivas de compuestos orgánicos volátiles (COV).
La Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” en Tula también está sujeta a restricciones, debiendo reducir el consumo de combustóleo en un 30%. Además, las actividades de combustión para la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos artesanales están suspendidas.
En cuanto a la distribución de gas L.P., el 20% de las estaciones de carburación deben suspender sus actividades, excepto aquellas que cuenten con válvulas de desconexión seca. La misma restricción aplica a las plantas de distribución de gas L.P., que deben detener el trasvase de combustible, llenado de autotanques y cilindros en un 20%, salvo las que tengan válvulas de desconexión seca.
Las estaciones de servicio (gasolineras) también están afectadas, con un 20% de ellas obligadas a suspender operaciones, a menos que cuenten con un sistema de recuperación de vapores con una eficiencia mínima del 90%, según el último dictamen de operación vigente.
Estas medidas reflejan el esfuerzo por reducir las emisiones contaminantes durante la contingencia ambiental, pero también subrayan el impacto directo en la operación y capacidad del sector energético en la región. La reducción de actividades en estas áreas es esencial para mejorar la calidad del aire, aunque implica desafíos operativos y económicos significativos para las empresas involucradas.