YPF avanza en la exploración de hidrocarburos en Mendoza y Santa Cruz, con proyectos en Malargüe y Palermo Aike, buscando expandir la producción de Vaca Muerta.
La estrategia de la estatal argentina, YPF, de centrarse en nuevas cuencas en lugar de las zonas petroleras maduras comienza a materializarse, especialmente con su enfoque en Vaca Muerta y las reservas de hidrocarburos no convencionales.
La empresa acaba de concluir la primera etapa de exploraciones en la provincia de Mendoza, destacando el área de Malargüe, con el objetivo de integrar esta región a la producción ya establecida en Neuquén. Además, YPF ha iniciado el desarrollo de Palermo Aike en Santa Cruz, considerado una posible “segunda Vaca Muerta”. Este proyecto se realiza en sociedad con Compañía General de Combustibles (CGC), propiedad de Eduardo Eurnekian.
La segunda fase de exploración en Mendoza está prevista para 2025, con la intención de crear un corredor de gas y petróleo no convencionales desde Añelo, en Neuquén, hasta Malargüe.
Los pozos perforados en el extremo sur de Malargüe han revelado petróleo, lo que podría permitir a YPF extender los límites productivos de la formación más allá del núcleo en Neuquén.
En Mendoza, se han realizado 25 etapas de fracturas en los bloques de Paso Bardas Norte y Aguada Negra. En Paso Bardas Norte se perforó un pozo horizontal de 1,059 metros, mientras que en Aguada Negra se perforó un pozo vertical de 2 mil 576 metros con una rama horizontal de mil 074 metros.
YPF proyecta un segundo período exploratorio en CN VII A, planificando para 2025 un piloto vertical y dos ramas horizontales de 2 mil 500 metros a mayor profundidad. Estos trabajos representan una profundización de los monitoreos realizados durante la gestión anterior, con el foco en Malargüe, aunque no se descartan nuevas exploraciones en otras zonas de Cuyo.